Capítulo 3

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וווווווווווווווווווו×

Ahí vamos. El mismo sueño de nuevo.

Cada vez se siente más real. Sus besos, sus caricias, la forma como penetra mi culo, se siente tan bien aunque sea solo un sueño.

Mis manos ya saben de memoria el recorrido de su cuerpo bronceado, aunque realmente lo que esté tocando sea producto de mi imaginación.

Mi boca incluso puede sentir el sabor dulce de su saliva y el salado de su verga, aunque ni siquiera hayamos tenido contacto.

Pero pronto lo sabré. Pronto mis húmedos sueños se harán realidad y dejarán de ser esas intensas fantasías delirantes.

וווווווווווווווווווו×

Llevo impaciente todo el día. No he dejado de mirar mi reloj esperando a que sean las 5 de la tarde. Por fin ha llegado el día en que me encontraré con mi Salvador.

Aún faltan 5 minutos, pero no puedo resistir más. Tomo mis llaves y salgo de mi departamento rumbo a la estación de bomberos. Aún sigo sin auto, y aunque quisiera tomar un taxi me he dado cuenta que caminar calma mi impaciencia. Así que tomando en cuenta la distancia y el tiempo me propuse salir a esa hora.

Mientras camino por las calles, me pregunto si debo comprarle algo. Miro las tiendas pero pronto me desanimo, no quiero parecer muy intenso. Entonces comienzo a pensar en qué le diré cuando lo vea. Primero debo agradecerle, Y seguramente él dirá que sólo hacía su trabajo. Lo halagaré un poco y también a sus compañeros, apuesto que eso le agradará.

Me pregunto qué tipo de persona será. Por lo que dijo su compañero (¿Juuno, o Junya?, en fin ya no recuerdo) parece ser un joven humilde y de buen corazón, o por qué alguien dejaría su hogar para venir a Tokio a ser bombero. Yo solo espero que al menos sea bueno cogi3nd0.

Por fin llegué a la estación de bomberos.

¿Qué rayos pasa? ¿Por qué no puedo moverme? ¿Acaso estoy nervioso? No, no puede ser.

Llevo una mano a mi pecho y siento como los latidos de mi corazón se han acelerado, lo cual es extraño porque vine caminando, en ningún momento aceleré el paso, mucho menos corrí. Y ahora me doy cuenta que estoy sudando, así que saco un pañuelo y me seco la frente.

Inhalo, exhalo, y camino hacia la entrada.

Esta vez hay menos personas, y tampoco está el jefe de bomberos (lo cual agradezco). Entonces veo al joven del flequillo de la vez pasada, que al notar mi presencia se dirige hacia mí.

- Buenas tardes, señor Gojo - extiende su mano para saludarme y le da un leve apretón - Gracias por venir.

- No hay por qué ¿Y Yuuji...?

- ¡Sí! Él se encuentra terminando de dar mantenimiento a uno de los camiones. Acompáñeme, por favor.

Lo sigo sin dudar. Nos dirigimos hacia dónde se encuentran los camiones de bomberos, y en uno de ellos se puede oír el sonido de herramientas chocando. Debe estar en ese.

- ¡Yuuji! - dice el joven dirigiéndose hacia el otro lado del camión - Ven aquí, alguien quiere verte.

Juro que puedo sentir mi corazón a punto de salir de mi pecho cuando la figura de ese hombre musculoso, con el rostro y brazos aperlados por el sudor, la camiseta mojada y apegada al cuerpo, aparece frente a mí.

Sus ojos dorados me miran con sorpresa, para luego regalarme una hermosa sonrisa que, si no fuera por mi fuerza de voluntad (o mi ego), me hubieran hecho lanzarme a sus brazos.

DELIRIOWhere stories live. Discover now