Luego de los eventos de Ocarina of Time y Majora's Mask, Link ahora es un joven adulto que ha vivido los últimos 10 años tratando de seguir con su vida aunque los recuerdos de su pasado y lo que vivió sean demasiado pesados para él. Su nueva aventur...
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Antes de empezar el entrenamiento, Link me miró de arriba a abajo y negó con la cabeza.
-¿Qué pasa? -Le pregunté.
Me señaló pero seguí sin entender.
-¿Yo? ¿Qué pasa conmigo? -Volví a preguntar.
Sacudió las manos y la cabeza en negación y se quedó pensando.
Tímidamente extendió su brazo hacia mi vestido pero se retractó y se volteó.
-¿Mi vestido? ¿Qué tiene de malo?
Se volvió a voltear hacia mí y puso su mano en su pierna, apretando la tela de su pantalón y señalándola.
-¿Debería usar un pantalón? ¿Por qué?
Entonces Talon apareció.
-Bueno. -Trató de interpretar a Link. -Creo que sería más cómodo al moverte, digo, ni la Guardia Real ni los guerreros usan vestidos.
-Hmmm supongo, pero yo nunca uso pantalones, no tengo ninguno. -No estaba convencida.
-Malon puede prestarte unos, ve a buscarla.
No me gustaba la idea, no me agradaba el sentirme ciertamente "masculina", no lo sentía propio de mí, pero no tenía más opción, era cierto que moverse con un vestido sería incómodo, sobre todo en un bosque.
Fui en busca de Malon y me llevó a su habitación, me dio a elegir el que más me gustara aunque tampoco tenía demasiados: uno marrón, uno negro y uno blanco. Elegí el negro y me puse una camisa blanca junto a unas botas (también negras). Volví a salir al rancho donde Link me estaba esperando. Tenía algo en sus manos.
-¡Link, ya estoy! -Le grité mientras corría hacia él.
Me miró de arriba a abajo, esta vez asintió y levantó el pulgar, aunque volvió a evadir mirarme a los ojos.
Esperó unos segundos y se acercó un poco más a mí, tomó una de mis manos y empezó a ponerme unos guantes extraños. Yo me lo quedé mirando, pero a decir verdad me sentía muy nerviosa. No lo dije hasta ahora pero nunca tuve a ningún chico demasiado cerca mío, ciertamente soy demasiado pudorosa y se me hacía "inadecuado" o, al menos, eso es lo me habían enseñado. Link tampoco lo estaba pasando bien, lo veía en su rostro: algo nervioso pero concentrado en poner bien los guantes, como si estuviera tratando de distraerse haciendo eso.
-¿Para qué es esto? -Finalmente le pregunté.
Levantó unos segundos la vista y rápidamente giró la cabeza y señaló con su otra mano el arco que dejé apoyado en la pared cuando me fui a cambiar. Al ver su mano, noté que él también llevaba puestos guantes parecidos.
-Son para usar el arco, ¿verdad?
Volvió a girarse hacia mí y asintió.
Terminó de ponerme los guantes y se separó de mí velozmente, fue corriendo a buscar las armas. Talon, que seguía ahí haciendo su mejor esfuerzo en no quedarse dormido, se acercó a mí.
