Quiero tocarla, de verdad quiero ir tras esa luz y por fin dejar de luchar contra algo que me hunde cada vez más, pero no puedo porque siento que una mano toma de mi brazo y me aleja de ella.
-no te vayas peeta, vamos-escucho a josh mientras siento una presión en mi pecho, de a poco la sangre vuelve a inundar mi cerebro, vuelvo a la realidad pero estoy muy débil como para abrir los ojos.
Josh trata de revivirme... y lo logra ya que mis pulmones involuntariamente expulsan el agua que había entrado y vuelven a tomar aire.
-no es solo que se haya ahogado, le dieron en la pierna josh-escucho que luke le dice a mi hermano mayor.
-tenemos que llevarlo rápido, no queda mucho camino-dice mi padre y entonces el alma me vuelve al cuerpo, está bien y mi madre también lo está ya que oigo su llanto desesperado.
Mientras que entre dos me cargan y me llevan no puedo evitar sentir mucho dolor en mi pierna izquierda, específicamente en la pantorrilla. Sabía que estaba herido pero no sabía bien que tan grave, supongo que al perder tanta sangre debo de estar delicado.
A pesar de que no abro los ojos, estoy consciente, se lo que pasa a mi alrededor, y me abruma no poder gritar por el dolor que siento.
Habremos caminado un buen tiempo cuando de repente me ponen sobre una tabla, los brazos de mis hermanos ya no son los que me cargan sino que ahora parezco estar sobre una fría mesada, siento como de a poco se deshacen de mi ropa y limpian cada parte de mi cuerpo, cuando pasan por mi pierna siento ese dolor intenso que me estuvo atormentando las últimas horas, una máscara cubre mi nariz y boca y puedo aspirar un olor tan fuerte que logra dormir el resto de mis sentidos, no supe más de mi después de eso...
Es como si me hubiesen dormido, más bien lo hicieron, porque se que este es un sueño, katniss no está en frente mío, no es real que ella este a pocos metros recogiendo dientes de león. Aun así decido acercarme, aunque sea un sueño, deseo su cercanía, aunque ya no estemos juntos físicamente, nuestras almas siempre lo estarán y la atracción que siento hacia ella es inevitable.
Cuando estoy prácticamente a su lado extiendo mi mano para tocarla, porque ella está de espaldas hacia mí, pero antes de siquiera poder tener contacto con su cuerpo imaginario, un cristal choca contra mi mano, lo golpeo para que me escuche y gire su vista hacia a mí, pero ella parece no escucharme, parece no notar mi presencia, es como si fuera un fantasma.
Esta unos momentos más recogiendo flores hasta que empieza a caminar, yo la sigo lo máximo que este vidrio me lo permite gritando su nombre para ver si puede escucharme pero no lo hace, llega hasta lo que parece una lápida en el suelo y al leer el nombre de la persona que se encuentra ahí, no puedo más que sentir escalofríos, es el mío, se supone que yo estoy ahí.
Se arrodilla sobre ella y pone las flores, y se queda ahí, llorando de la misma manera en que lo hace siempre, en silencio, solo veo lagrimas caer por sus ojos grises y necesito ir a abrazarla, decirle que todavía vivo, que todavía estoy en este mundo y que volveré por ella.
Alterna su vista entre el vacío y lo que se supone es mi tumba y algo muy extraño pasa, parece haberse cansado de llorar porque seca restos de sus lágrimas y de un bolso que no me había dado cuenta que traía, saca algo que parece ser un cuchillo, mi corazón empieza a latir apresurado, se lo que quiere hacer cuando lo aleja en dirección a su cuerpo y con sus manos tiene la intención de atraerlo a su corazón. Grito con más fuerza sobre el vidrio, pero este no cede y ella no va a parar, no hay nadie que lo haga y yo no puedo hacer nada porque me alejan de ella... lo hace, clava ese cuchillo en su corazón y cae al lado del cristal, montones de sangre salen por donde el cuchillo entro y yo me agacho para ver si ahora tiene contacto con mis ojos, y parece hacerlo, parece darse cuenta que yo estoy ahí, pero cuando sonríe es demasiado tarde, cierra los ojos y esa sonrisa de hace instantes desaparece.