Capitulo 93 "Cien vidas"

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PEETA POV

Esos labios lo conocía de memoria, así que cuando los sentí, mi cerebro le ordeno a mis ojos abrirse para asegurarse de que esto era real y no uno más de mis sueños en los que ella me volvía a besar. Me encontré son sus ojos en la habitación que de a poco era iluminada, y mi mano no dudo en tomar con delicadeza su mejilla y atraerla a mí de nuevo, con ella acerque su rostro al mío y empecé a besarla como lo desee desde el primer día que la volví a ver.

Me separe un momento con la respiración entrecortada al pensar que este tipo de besos eran muy intensos para ser los primeros ente nosotros en mucho tiempo, tomo mi mano que estaba en su mejilla con la suya.

-no pienses demasiado-susurro en mis labios y acorto la distancia que nos separaba. Continúe este beso, tomo de mi camiseta y nos giró para que quedara encima de ella.

Puso sus manos en mi cuello para asegurarse que no dejara de besarla, mientras que yo sostenía mi peso con uno de mis brazos y con mi otra mano baje acariciando su piel desde su cuello, a su brazo y después a su cintura, acercándola aún más a mí, sonrió en mi boca cuando lo hice.

Necesitaba además de sus labios sentir su piel suave y cálida bajos los míos, y me sentí explotar cuando empecé a besar su cuello y sentí exactamente lo que recordaba. Escuchaba su respiración acelerada en mi costado mientras pronunciaba mi nombre despacio, como alargando cada vocal de él. Las luces terminaron de prenderse, pero no me molestaban ya que mis ojos estaban cerrados mientras me concentraba en sentir sus labios chocar con los míos, la piel de su cuello...

-mama, papa, ¿despertaron?-pregunto Josep tocando a la puerta.

-si Josep, voy en un minuto-dijo Katniss separándose ligeramente.

Empecé a acariciar su cuello con mi nariz, sintiendo su aroma, su calor, mientras ella cerraba sus ojos, como disfrutando que mi respiración recorriera este, giro su cabeza para mirarme a los ojos, movió su mano a mi mejilla y se acercó nuevamente a darme un beso dulce.

-eres mi novio ahora-me dijo y reí, había recordado eso. Se paró de la cama y tomo su ropa para dirigirse al baño y alistarse, mientras hacía lo mismo en el cuarto, cuando nos cruzamos en la puerta que da de nuestra habitación al baño, se acercó y tomo mi cuello para besarme una vez más.-te esperamos afuera-me dijo con una sonrisa y sus ojos brillosos. La vi salir de nuestra habitación y sonreí, necesitaba sus besos, pero no sabía cuánto hasta que los tuve de vuelta...

Salí de la casa para verla de espaldas viendo como los niños jugaban mientras se apoyaba en el barandal, ya las personas recorrían apresuradas los pasillos y ella parecía un ángel parada ahí, tan tranquila entre tanto paso apresurado, me acerque y coloque mi mano en su cintura para que se diera cuenta que estaba ahí, giro sus ojos para tener contacto con los míos y su sonrisa todavía estaba ahí, pareciese que nunca se fue. Vio mi mano en su cintura y la tomo para entrelazar sus dedos con los míos, empezó a caminar, como si fuera lo más natural.

-¿y eso?-no pude dejar de preguntar mientras me guiaba por nuestro camino de siempre.

-decidí empezar a hacer lo que quiero hacer-me dijo apoyando su cabeza en mi hombro mientras bajábamos en el ascensor.

En el desayuno mi mano volvió a estar en su regazo, aferrada con fuerza a la suya, como siempre había sido desde que recuerdo, me sentí feliz por pensar que ella estaba descubriendo de a poco lo que sentía por mí, o al menos se estaba volviendo a enamorar.

El deseo había encendido nuestra relación en un principio, ¿porque ahora también no podría ayudarnos? Yo veía en ella todo lo que quería en una mujer, era perfecta para mí, su forma de ser, como algunas ondas escapaban de la trenza que recogía su cabello, su sonrisa, sus manos tocando mi piel, cada cosa que hiciera lograría cautivarme, y ella lo sabía, sabía que la amaba, ¿pero que sentía? ¿Qué pasaba por su mente? O lo más importante, ¿qué lugar ocupaba yo en su corazón?...

Y mi amor por ti, aquí perdurara-Segunda temporada (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora