XV

5 1 0
                                    

When you say yeah, I say no
When you say stop
All I wanna do is go, go, go!
You
The other half of me
The half I'll never be
The half that drives me crazy
You
The better half of me
The half I'll always need
But we both know
We're better in stereo

When you say yeah, I say noWhen you say stopAll I wanna do is go, go, go!YouThe other half of meThe half I'll never beThe half that drives me crazyYouThe better half of meThe half I'll always needBut we both knowWe're better in stereo

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

Ya sé que son las dos de la mañana.

Ya sé que mi mamá puede estar preocupada.

Y por supuesto, que ya sé que debería darme un baño, pero en este momento sólo... No quiero estar solo.

Hoy fue una noche difícil, mi hombro aún sangra y duele como la mierda, y todo porque a la señorita Black Lady se le olvidó mencionar que su puta flecha tiene algo mágico que hace que las heridas tarden en cicatrizar.

Ya Diosito, ¿Qué más quieres de mí?

Toco el timbre varias veces, esperando a que Alan me abra la puerta.

Necesito su apoyo en este momento.

Habían tantas cosas en mi cabeza, tantas cosas que trataba de no pensar.

¿Lo hice bien?

Por suerte, unas calles antes logré quitarme el traje de Lord Nigth. Posiblemente un vagabundo pudo haberme visto desnudo, pero no puede importarme menos.

Alan abre la puerta rápidamente y al verme, se queda momentáneamente paralizado, detallando cada parte de mi cuerpo... Cómo si no creyera que fuera yo el que estaba parado en su puerta, totalmente herido.

No debo verme muy apuesto con sangre.

-¿Marion? -Pregunta desconcertado -¿Qué carajos te pasó? Hay que llevarte al hospital.

Él se apresura a recoger sus llaves, pero lo detengo tomando fuertemente su muñeca izquierda.

-No me lleves al hospital, solo necesito un abrazo -Le digo, acercándome a él.

Él no duda ni dos segundos en hacerme caso, e instantáneamente siento sus brazos rodearme, inundandome de su calor corporal.

-Por favor, déjame ayudarte -Me susurra, y yo suspiro con cansancio.

Él me ayuda a pasar a su casa y yo me tiro rápidamente en el sofá de su sala, ese que amo tanto y dónde tuvimos aquella conversación hace dos días.

El tiempo pasa rápido.

-¿Qué te paso en el hombro? -Me pregunta, pasándome unos pañuelos mojados y vendajes.

Me quito la camisa rápidamente y comienzo a presionar los pañuelos en la herida, esperando que deje de sangrar.

Estoy pensando alguna excusa, pero no se me ocurre ninguna por ahora.

-Hoy hubo una pelea a unas calles de aquí, y yo estaba cerca -Le explico, mirándolo a los ojos para que mi mentira tenga más veracidad -Había una chica rara con arco y flecha, y sin querer me dió con una.

Lord Nigth: El Guardián De La NocheKde žijí příběhy. Začni objevovat