XVIII

3 1 0
                                    

Ladies and gentlemen, will you, please, stand?
With every guitar string scar on my hand
I take this magnetic force of a man to be my
Lover

Look in my eyes, they will tell you the truth
The girl in my story has always been you
I'd go down with the Titanic, it's true, for you
Lover
Taylor Swift ft shawn Mendes - Lover

Look in my eyes, they will tell you the truthThe girl in my story has always been youI'd go down with the Titanic, it's true, for youLoverTaylor Swift ft shawn Mendes - Lover

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ha pasado una semana desde mi encuentro con Adriana y Clover.

Lo primero y lo más esencial, es que ahora Adriana me ignora. Antes nos escribíamos o nos saludábamos de repente en los pasillos, pero ahora literalmente simplemente me ignora, como si yo no existiera. Pasa a mi lado como si nada, cosa que me hiere demasiado.

Cambiando de tema, aprovechando que hoy no tuve clases y que no había ninguna sombra por ahí jodiéndome la existencia, decidí venir a visitar al señor de la fábrica.

Ese que ví en un estado aterrador.

Necesito saber qué sabe y qué fue lo que vió en esa fábrica.

Busco con la mirada el número de su puerta y al llegar, encuentro a unos oficiales vigilar la puerta.

Actúa normal.

Sonrío nervioso hacia los guardias y estos me miran con sopecha en su mirada. No parecen confiar mucho en mi y la verdad, no los culpo.

No soy muy confiable.

Mentira. Si lo soy, solo que doy mala vibra.

Me pregunto por qué, si yo soy un pan de Dios.

La espada que guardas bajo la cama puede ser una pista...

-¿Eres el hijo de Richard O'Connell? -Me pregunta uno de ellos sorpresivamente y yo asiento, completamente tenso.

El otro guardia que está a la izquierda duda un poco en abrir la puerta y al hacerlo, me encuentro de frente con aquel señor de la fábrica.

Él al verme, sonríe un poco y me invita a pasar. Lo hago y me acercó un poco nervioso a la silla que está a un costado de la camilla.

Me siento y dirigo mi mirada a la mirada verdosa de aquel señor.

Su pelo era pelirrojo y tenía unas cuantas canas en su cabello. Parecía no tener más de cuarenta años, pero debido a lo que pasó en la fábrica aparentaba más edad.

Había vendas alrededor de su cabeza, muñecas y cuello. Tenía unas ojeras tremendas y parecía cansado.

No se veía del todo bien...

-Me alegra tenerte aquí, Marion -Me dice, sonriéndome.

Yo asiento dudoso y comienzo a jugar con mis dedos, sin saber cómo preguntarle lo que tengo en mente.

Lord Nigth: El Guardián De La NocheWhere stories live. Discover now