9. Confesiones y tolerados

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Y aunque te lleve en la sangre
Me duele sentirte tan lejos


ꜰᴇʟɪᴘᴇ'ꜱ ᴘᴇʀꜱᴘᴇᴄᴛɪᴠᴇ

Mire mi celular con el ceño fruncido.

Daf seguía sin contestar.

Y eso era sumamente raro, porque la castaña de sonrisa alegre nunca tardaba mas de dos llamadas en tomar el teléfono.

Y yo había llamado 4 veces.

La preocupación empezó a tejerse en mi interior, trate de calmarme, ella estaba en la escuela, estaba bien.

Pero por alguna razón, no podía convencerme del todo.

Así que llame a Juani, quien me dijo que hablaría con una amiga de ella y después me devolvería la llamada.

Apreté las manos en el volante, completamente nervioso y con un mal presentimiento, que se hizo mas grande cuando el ruloso me informo que Daf no había asistido a la facultad.

No lo pensé, mi cuerpo automáticamente puso en marcha el auto con rumbo a su casa, eran las 9 am y tal vez ella solo tenia algún asunto que atender, pero eso no importaba, necesitaba asegurarme de que estuviera bien.

Cuando llegue a mi destino baje rápidamente del auto, encaminándome a la entrada de la casa y tocando el timbre, una vez, dos veces, tres y nadie salia, moví mi pierna impaciente y dude antes de rebuscar en aquella maceta que se encontraba escondida tras unos arbustos.

"Es una llave de emergencia, la uso cuando olvido las mías", habían sido sus palabras, y definitivamente, esta era una emergencia para mi.

La puerta cedió fácilmente y camine de manera cautelosa.

Me sentía como un delincuente.

—Buenos días—Hable mas fuerte de lo normal.

No obtuve respuesta, así que busque las escaleras, según lo que recordaba, ella me había dicho que su cuarto estaba en el segundo piso, subí los escalones apresurado y un pasillo me recibió.

Habían dos puertas en cada lado, y una al fondo, no fue difícil adivinar cual era la que buscaba, un póster de Taylor Swift en la puerta me dio la respuesta que necesitaba.

Golpee dos veces y nadie contesto.

—¿Daf?—Silencio y mas silencio—Voy a entrar.

Gire la perilla y escanee la habitación, mis ojos se detuvieron en la cama.

Una Dafne en muy mal estado se encontraba ahi, su cuerpo temblaba y desde mi lugar podía ver el sudor recorrerle la frente.

En dos pasos estuve a su lado y cuando lleve mi mano a su mejilla para comprobar su temperatura, maldije en voz baja.

Estaba hirviendo en fiebre.

Mantenía los ojos medio abiertos y no parecía ser consciente de su entorno, la tome por los hombros para incorporarla, necesitaba bajarle la fiebre lo antes posible, no sabia mucho sobre enfermedades, pero a juzgar por su aspecto, realmente necesitaba un doctor.

—Vamos al hospital.

—No—Su voz por fin se hizo notar—Hospital no por favor—Tomo mi mano y por fin abrió los ojos, parecía al borde del llanto.

—Necesitas un medico Daf—Le aparte del cabello que se le pegaba a la frente por el sudor.

—Solo—Dio un cabeceo—Solo necesito una pastilla—Tomo mi brazo y me miro suplicante—Están en el escritorio, estaba por tomarlas pero me quede dormida.

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⏰ Last updated: Apr 03 ⏰

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Gorgeous | Felipe OtañoWhere stories live. Discover now