¿Voldemort incluso levanta peso, hermano?

Capítulo 5: Año 3-- No tengo miedo de ningún Fantasma

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Harry Potter o Marvel.

"Entonces, apuñalé el diario de ese pequeño bastardo fantasma una y otra vez y gritó como una perra mientras le gustaba disolverse o algo así", dijo Harry, agitando la espada mientras terminaba su historia. "Fue totalmente dulce."

"Bueno, joven Harry", respondió Thanos con una profunda risa en auge. "Veo que has usado la piel de la criatura para hacer la vaina. Una sabia toma de decisiones y la exhibición de trofeos de sus asesinatos recordarán a las ovejas de su grandeza."

"Sí, hice que este pequeño tipo llamado Dobby hiciera eso por mí."

"No fue esa la criatura que trató de evitar que volvieras a la escuela el verano pasado?"

"Sí, está un poco loco, pero consiguió mi camisa ensangrentada después de que gané y ha estado completamente dedicado a mí desde entonces", se encogió de hombros Harry. "Así que creo que todo está bien."

"A veces los enemigos pueden ser persuadidos a un lado después de que emerjas triunfante", asintió Thanos. "Aunque, debes practicar la vigilancia en caso de traición. Cualquier traidor debe ser tratado con dureza: la misericordia es para los débiles y los tontos."

"Bien, como dijo Conan", estuvo de acuerdo Harry. Esa fue la película más reciente que Thanos le había mostrado, diciendo que tenía muchas lecciones importantes de vida. A Harry le gustaba que ahora tuviera otro modelo a seguir: planeaba ser lo suficientemente aficionado como para enorgullecer a Arnie, e imaginó que a sus chicas les gustaría si alguna vez aparecía en un paño de lomo. Ya tenía la espada de todos modos.

"Lo que es mejor en la vida?" Thanos pinchó.

"Aplastar a tus enemigos, verlos conducidos ante ti y escuchar las lamentaciones de sus mujeres", repitió Harry con una sonrisa.

"De hecho", Thanos se rió entre dientes. "Esa línea fue tomada de Genghis Khan, quizás el humano más grande de todos los tiempos. Era un guerrero y conquistador, y deberías prestar atención a su sabiduría."

"Lo haré."

"Excelente." Thanos se levantó y se acercó a la caja fuerte en su oficina: había llevado a Harry allí para escuchar su historia en privacidad y evitar que las mieles distrajeran a su joven protegido. Desde el interior de la caja fuerte se quitó su guante, ahora a medio camino completo. "He aquí, Harry, la tercera joya que he adquirido."

"Es amarillo", Harry lo miró perplejo. "No creo que se vea tan bien como los otros dos."

"Jah! No importa cuán poderoso pueda ser, no creé estas piedras y, por lo tanto, no elegí sus colores. Recuerdas cuáles fueron los dos primeros?"

"Sí, Poder y Espacio", respondió Harry.

"Correcto", Thanos sonrió oscuramente. "Esta es quizás la gema más poderosa de toda la realidad."

"Como, puede cambiar la realidad?"

"Exactamente", Thanos asintió.

"Pero entonces..." Harry se rascó la cabeza. "Por qué importarían los demás? No podrías simplemente como... decidir que la Realidad dice lo que quieras que suceda y siempre gana en todo?"

"Hasta cierto punto, pero las otras piedras están más allá de su poder de control", respondió Thanos. "Es por eso que no puedo usarlo para deformar la realidad para hacer que los demás simplemente aparezcan en mi mano. De alguna manera, es una pena, pero al mismo tiempo, el resultado final será mucho más dulce una vez que haya terminado mi búsqueda. Entiendes?"