10

38 2 5
                                    

Celos

Hakkai descansaba sobre sus  antebrazos, ocupándolos como una almohada, haciéndole compañía nocturna a su estimado roomie. Souya, estaba cenando un tazón de cereal con leche, moría de hambre así que se sirvió un poco más de hojuelas azucaradas.

—Tenías hambre, amorcito— Hakkai aplastó más la mejilla, sonriendo al ver lo tierno que le parecía ver cenando al de enfrente. Él mismo le había invitado y servido el primer tazón —¿Hubo mucha gente en el trabajo?

—Sí, estuvimos corriendo toda la tarde. No sé porqué la gente sale a comer en días de lluvia— era habitual compartir vivencias de su día a día — ¿Sabes? Recientemente renunció el de la bodega, entonces tenemos que estar corriendo a buscar las cosas, y mis compañeros son unos vagos que no les gusta ir por lo suyo.

—Ya veo, debes estar cansado por eso mi niño, si mal no recuerdo tienes que subir muchas escaleras, ¿Dos pisos eran?

—Tres— le recordó— No me molesta ir por los ingredientes, me molesta que los demás no vayan por lo que necesiten y me manden siempre a mí.

—Pues diles algo, corazón, no es justo que tú te mates el doble—apretó los labios, como gesto de desaprobación —. Ahora tengo miedo que por andar a las prisas, te llegues a caer de las escaleras.

—No, descuida, no corro en las escaleras—dejó de mover el cereal con la cuchara, retomando de nuevo la cena.

—¿Te duelen mucho las piernas?—esperó a que diera una respuesta corta con la mano —. La única solución que encuentro es que te cargue cuando vengas a casa.

—Tonto—terminó de masticar.— Pero bueno, cuéntame de tu día. ¿Cómo te fue a ti?

—Quiero seguir escuchando—evadió el interés ajeno.

—Ya no tengo más que decir. Eso fue todo.

—¿Y qué tal la uni? ¿Cómo la sentiste hoy?—apoyó el mentón en las palmas de sus manos. Tenía los ojos lagrimosos por el sueño, y a su vez, llenos de admiración. Además, no quería hablar de él.

Prefería escuchar y sentirse privilegiado de hacer que Souya, un ente taciturno, fuese parlanchín ante su presencia.

—Estuvo bien, sigo acostumbrándome—reconoció el don de Hakkai para esquivar sus preguntas.

—¿Ya hiciste nuevos amigos?

—No planeo hacer amigos.

—¿Sigues con eso?— refunfuñó—. Está bien tener amigos en la uni, así pueden apoyarte cuando te haga falta algo o tú a ellos. No sé porque no quieres hacer amistades bebé, que no te dé pena.

—Puedo tener compañeros—dijo la solución ante esos problemas—. Me llevo bien con mi compañera Hina-chan.

—¿Hina-chan?—repitió curioso.—¿Y...es linda?

—¿Por qué la pregunta?

Ambos sintieron un piquete de desconfianza.

—Simple curiosidad.

—Pues, sí. Es linda, tiene novio, es una alfa—no supo cuál fue su impulso y necesidad de aclarar que su amiga tenía pareja.  Sin darse cuenta, tranquilizó una parte inquieta  de Hakkai con su afirmación —Solo que...por lo que he escuchado, él no la trata muy bien.

—¿Ya conoces a su novio?

—Estudia ahí. Administración de negocios— dijo.— Solo lo ví una vez, tiene una cara de amargado ...

Viviendo juntos|| Hakkai × AngryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora