Capítulo 5

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Mi cuerpo aún estaba experimentando la emoción de hace unos segundos. Los gritos de la gente al verme en este desfile... debo de admitir que puede llegar a ser muy adictiva esta sensación. La noche transcurre a su paso, ninguna chica habla, yo menos. Nos dedicamos a estar sentados en silencio mientras cada una pone el mejor ángulo de su rostro para las fotografías que nos siguen tomando.

Se que no debo de emocionarme para nada, pero espero que al menos salga bien en una de las tantas fotos que el día de mañana saldrán en los medios. El presentador sigue dando los anuncios especiales de la familia real. No hay más que agregar y justo cuando termina el show. Siento que puedo caer muerto en el piso por el cansancio que estoy experimentando.

Las luces, cámaras y la gente comienzan a irse cuando les dan la señal. En ese instante yo giro mi rostro hacia la familia real, van de salida. Nadie gira siquiera a ver el grupo de seleccionadas.

Siguiéndolos con la mirada me percato en el momento en que van entrando al foro Miss Andrea y Sir Pablo. Ambos lucen presumen la misma sonrisa, puede que nos den buenas noticias o al menos eso espero.

—Señoritas, el programa fue un total éxito. Como siempre, es una emoción muy grande la de iniciar un grupo nuevo de seleccionadas. Las primeras horas siempre son una felicidad para todos en el palacio—Andrea está desbordando una energía positiva—. Ahora, es tarde, y mi parte favorita de mi trabajo en cada temporada de selección—aguarda unos instantes en las que su mirada se pasea en el rostro de las chicas—. La llegada de que conozcan el palacio real.

Todas sueltan una risa por esa noticia, yo me uno a ellas. Pensar que ahora mismo vamos a entrar me provoca tantos sentimientos encontrados. No se necesita ser un genio para saber que seré el primero en irme de este lugar, pero mientras claro que quiero gozar de esta vida, aunque sea por unas horas.

—Siempre es un placer enorme el ver las sonrisas cuando se les dice de esto—Sir Pablo retoma la palabra—. Ahora bien, señoritas, sigan a Miss Andrea. En orden, por favor, cada una tendrá su propia habitación.

Las chicas comienzan a moverse de sus lugares. Ana antes de irme me lanza una mirada y se despide de mí. Es la única que lo hace y le agradezco ese gesto.

Pronto me quedo solo en el lugar, aún sentado mientras observo a las seleccionadas irse. Sir Pablo no ha hecho nada para voltear a verme. Eso me da mala espina.

—Bien, es hora ¿Preparado?

—¿Fue todo? ¿Ya fui eliminado?

—¿De qué estás hablando? Yo te enseñare tu habitación.

Me levanto rápido de mi lugar cuando Sir Pablo comienza a caminar, no le quiero faltar al respeto en ningún momento. Batallo mucho para seguirle el paso con este traje.

—Estuviste increíble, fue un buen cierre de este desfile. Luciste en verdad como un guerrero.

Dentro de mi siento una oleada de orgullo por sus palabras.

—Gracias por eso, aunque en realidad quería verme más como un candidato para el corazón del príncipe que un guerrero que se coló en el desfile.

—Bueno, no todo se puede en esta vida. Conformate y acepta lo que te has ganado con tu trabajo.

A medida que charlamos vamos sorteando entre pasillos y gente que va de un lugar a otro. En cada paso que damos las cosas van cambiando y pronto me doy cuenta que comienzo a ver más guardias del palacio. La señal de que estamos llegando al destino.

Sir Pablo llama a la puerta en lo que parece ser una clave de sonidos. Aguardamos y luego de unos segundos la puerta se abre para dejarnos ver la recepción del castillo. Este lugar es un sueño hecho realidad y siento que con mi presencia estoy manchando este lugar.

El elegido.Where stories live. Discover now