Capítulo LXVIII. Shame

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—Jin Jungseok fue condenado a cadena perpetua por su larga lista de crímenes.—informó Hari.—Atraparon a sus cómplices y también fueron llevados a prisión.

—Gracias por decirme mamá... ¿puedo saber desde cuándo lo sabían? No paro de pensar en que estuvimos muchos días paseando sin saber que ese monstruo estaba cerca.

—Te va a sorprender pero sabemos de él desde que... desde que fuiste de viaje a Gunsan.

—¡¿Qué?!

—Sí, hace años Sungheun vivía allá y todo esto paso en Gunsan.

—Seungmin me dijo algo cuando le dije que iría allá, me dijo que iba a desaparecer porque a él le pasó lo mismo en ese lugar. Ahora lo entiendo... pero...

—Jungseok te reconoció en uno de los tantos recorridos, supo quien eras y desde ese momento comenzó a seguir el autobús de tu escuela. No llegó aquí ese mismo día pero supo en qué ciudad vivíamos porque buscó el nombre de la escuela. Llegó aquí unos días después de ese suceso pero la policía aun no lo localizaba.

—Maldito enfermo.—sentía ganas de vomitar.—Ahora que caigo en cuenta, ¿cómo mierda logró entrar a la residencial? Nadie tiene llaves y el guardia sólo permite pasar a quien traiga las llaves.

—Por favor no le digas a nadie.—se sentó a su lado y bajó el tono de voz.—Por favor prométeme que esto que te diré no se lo comentaras a nadie más.

—Lo prometo, mamá.

—Tomó las llaves de Jeongin, al parecer nos seguía a todos cada ciertos días y sabía nuestras rutinas, de todos. En uno de los entrenamientos de mi niño lo siguió, y como sabes, siempre se dejan las mochilas en los casilleros.

—No me digas que...

—Sí, estuvo tan cerca de mi bebé e incluso hurgó entre sus cosas hasta tomar las llaves de aquí, tenía sus llaves y sacó copias de ambas casas. La policía encontró muchas cosas más, el caso es que nos tenían vigilados, como no tienes idea, cariño.

No sabía que decir ante eso, sentía tanta impotencia, asco, rabia y tantas ganas de llorar.

—Esto no debe saberlo Innie, nadie tiene la culpa de esto y se lo mucho que le afectaría si se entera, él sólo sabe que extravió sus llaves así que por favor no lo digas a nadie.

—Puedes estar tranquila mamá, prometo no decirlo. ¿Cómo está mamá Sunggie? Debió ser muy difícil para ella estar frente a ese monstruo en toda esta semana del juicio y esas cosas...

—No te imaginas, lo fue. Ahora está arreglándose para ir a una cita con la psicóloga.

—¿La acompañarás?

—No, quiere ir ella sola, ahora puede hacerlo sin correr peligro.—sonrió tranquila al decir eso y dejó un beso en la mejilla de su hijo mayor.—Bajaré a la cocina, Seungmin ya llegó.

Ante el llamado de su chico se levantó del escritorio.

—También voy.

—Channie, antes de bajar dime algo, ¿ya son novios?

—¿Eh?—se sonrojó de inmediato ante la pregunta.

—Ya van varios meses desde qué iniciaron con esto y quiero saber cuando lo sean, son mis niños y me gustaría que confiaran en mí. ¿Y entonces?

—N-No... digo, es que... aún no somos novios como tal pero... ay...—sentía demasiado calor en el rostro, estaba avergonzado.—T-Tú lo entiendes.

𝐅𝐚𝐢𝐧𝐭 𝐕𝐨𝐢𝐜𝐞Where stories live. Discover now