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ALTAIR'S POV.
Algo había cambiado entre nosotros aquella noche, entre Rigel y yo, los dos lo sabíamos, pero a pesar del drama actual entre nosotros, sentía un vacío últimamente, claro que siempre lo había sentido pero ahora era más fuerte, y odiaba no poder hablarlo con nadie, simplemente quisiera olvidarme por un rato lo que pasaba.
Una idea estúpida cruzó mi cabeza pero igualmente mis pies se movieron solos dirigiéndose en silencio al baño, era tarde, como las once de la noche aproximadamente y no quería despertar a nadie.
Pase por la habitación de Rigel deteniéndome en frente de la puerta, una parte de mi tenía intenciones de entrar, hablar sobre lo que pasó pero simplemente no podía, por lo tanto seguí mi camino al baño.
Busqué y busqué en la caja de medicinas en donde había tomado las pastillas para la fiebre de Rigel aquella vez, no encontraba nada y cuando estaba apunto de darme por vencida y ansiosa, mis ojos se dirigieron al ver esa caja a la que no me había prestado atención. "Clonazepam" levanté una ceja, agarré mi celular y empecé a buscar, era una pastilla para la ansiedad, antidepresiva, mal usada podría traer problemas, y yo tenía una tableta entera en mi mano.
Iba a empezar a abrirla cuando la puerta se abrió, sobre saltada puse mis manos atrás de mi espalda ocultando las pastillas, pero me llegue una mano al corazón tomando gran bocanada de aire cuando vi que era Rigel, pensé que era Anna o Norman.
- Me asustaste. - Dije para darle la espalda buscando las tabletas por si acaso, verlo me ponía nerviosa y más aún después de lo que pasó entre nosotros.
- ¿Todavía te sientes asustada? - Dejé de buscar paralizándome, su respiración estaba en mi nuca mientras sus manos iban y venían por mis ante brazos.
- ¿Que quieres lograr Rigel? - Tenía la mirada perdida, no sabía que decir o que hacer, mi piel estaba de gallina, su tacto me hacía sentir así.
- Mírame Aquila, ¿o me tienes miedo? - Voltee a verlo de reojo.
- Ni en tu mejores sueños. - Me giré haciendo que quedemos cara a cara, no nos habíamos visto toda la tarde de ayer, ni en todo el día de hoy, era la primera vez que nos veíamos desde los sucesos pasados.
Sentí que Rigel iba a decir algo más pero lo vi desviar su mirada an mis manos las cuales sostenían la tableta de pastilla, sin preguntar, ni nada simplemente me las arrebató empezando a leerlas.
- No estás medicada para tomar esto.
- ¿Y a quien le importa? - Le quite las pastillas de la mano cuando se descuidó.
- Te harán daño.
- Se cuidarme Rigel. - Iba a pasarle por de lado pero el rápidamente tomó mi cintura y mi brazo pegándome a la puerta del baño mientras tomaba mi cintura con una mano y con la otra agarraba mi muñeca donde tenía la tableta de pastillas, lo miré alarmada. - Suéltame Rigel, ya. - Demande intentando salirme de su agarre pero el fue más fuerte, su rostro se acercó más al mío.
