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ALTAIR'S POV.
Estaba en la cocina comiendo, tenía alta hambre pero de repente escuché el sonido del piano sonar, sonreí para mis adentros, Rigel cada vez más iba mejorando en ello.
Camine con curiosidad hacia la sala viéndolo ahí tan inmerso en la melodía que tocaba. Quería tocar con el, recorriéndonos, tocándonos. Quería cancelar su tristeza, cancelar a Margaret, cancelar el pasado. Quería que a partir de ahora, Rigel no la recordara mientras tocaba, sino a nosotros, nuestras manos unidas, y nuestros corazones enlazados. Podríamos ser una melodía llena de imperfecciones, de errores y defectos, pero también de risas, maravillas y felicidad.
Me senté a su lado para escucharlo mejor pero justo paró de tocar.
- No. sigue tocando. - El negó.
- No me concentro cuando estás cerca. - Yo tampoco me concentraba cuando el estaba cerca, era una distracción que siempre quería tener.
- No te di ningún regalo hoy.
- No importa. - Negué con la cabeza.
- Si importa, y ahora quiero remediarlo.
- Ya te dije que no importa.
- Debe haber alguna cosa que desees, lo que tú quieras. - Volteó a verme.
- ¿Lo que yo quiera? - Asentí. - ¿Y si te digo que no te muevas? Que te quedes muy quieta. Ya no te muevas. - Sentí su mano subir desde mis nalgas apretándolas hasta mi espalda baja, estaba muy cerca de mi, solté un suspiro hondo cuando lamió mi comisura del labio que tenía dulce, junté mi frente con la de él, ansiaba besarlo, que poseyera mis labios pero justo tocaron el timbre haciéndolo alejarse de mi.
- Por favor no te vayas. Por favor. - Le pedí antes de dirigirme a la puerta.
Al salir para ver quién era divise a Lionel todo mojado por la lluvia, ¿que hacía aquí?
- Lionel, ¿que estás haciendo aquí? Se te va a pegar un refriado de terror. - Y a mi también por qué de boba salí parándome al frente de él.
- Altair, yo sé que es tarde, pero no puedo dormir. - Fruncí el ceño. - No logró no pensar en ti, y no soporto que tú vivas con él, no soporto verlo siempre cerca de ti. ¿Estaban juntos ahora no? Tu vestida así. ¿Qué cosa te pidió de regalo eh?
- Cállate. - Estaba ya cansada de él y esos celos enfermitos.
- ¡Altair están por convertirse en hermanos! ¿Y si lo supieran todos? ¿Piensas que tus padres te querrían aún?
- ¡Lárgate! - Iba a irme pero me tomó del brazo pegándome a su cuerpo mientras tomaba mi cara entre sus manos.
- Perdóname, pero me gustas demasiado. - Me asusté cuando iba a besarme, le pegue una cachetada.
