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NARRA CHIARA

Ya habían pasado unas dos semanas desde lo que pasó en el bar y solo había visto a Violeta en sus historias junto a la pesada de Salma o fotos junto a Denna. La verdad, extrañaba hablar con ella pero ya no valía la pena...

Los exámenes empezaban esta semana y había estado en la librería desde temprano, rodeada de estantes repletos de libros y el murmullo constante de los visitantes. Necesitaba un cambio de escenario, algo que rompiera la monotonía de mi rutina diaria y me proporcionara un nuevo enfoque para poder estudiar. La librería siempre había sido un refugio para mí, un lugar donde podía perderme entre las páginas y olvidarme del mundo exterior.

Mientras repasaba mis apuntes, mi mente vagaba ocasionalmente hacia la discusión que había tenido con Rusli y Marti. Ellos no aprobaban mi relación con Selene, no porque hubiera algo malo en ella, sino porque sentían que yo no estaba en el mejor momento para comprometerme con alguien. Selene era maravillosa, un rayo de luz en mi vida, y la idea de lastimarla era lo último que quería.

Sabía que mis amigos tenían razón. Selene merecía alguien que estuviera completamente presente, no alguien atrapado en un torbellino de emociones y sin poder superar a otra persona. Con un suspiro, tomé mi teléfono y escribí un mensaje en el grupo de WhatsApp que compartía con ellos.

piso marruski
rusli, pumuki and you

pumuki<33
Sabemos que estás enfadada keeks, pero avísanos si necesitas algo y vamos corriendo
8:22 a.m

rusli<33
Tú solo escríbenos y vamos
8:23 a.m

you
pff, chicos, tenéis razón. No es justo para Selene. Voy a hablar con ella y aclarar las cosas. Gracias por ser honestos conmigo.
10:11 a.m

Envíe el mensaje y, sintiéndome un poco más ligera, me levanté para buscar el poemario que había estado esperando. Era un libro que prometía ser un bálsamo para mi alma, un escape a través de la poesía, letras e ilustraciones que tanto amaba.

[•••]

NARRADOR OMNISCIENTE

La librería estaba abarrotada de gente, un refugio para los amantes de la literatura y estudiantes en busca de conocimiento. Chiara estaba allí, sumergida en sus apuntes, preparándose para los exámenes que se avecinaban. Entre montañas de libros y papeles, su concentración era diversa, estaba dividida entre su móvil, sus apuntes y su ipad, ajena a la multitud que la rodeaba.

Violeta, con el corazón palpitante por la anticipación, entró en la librería. Había estado esperando la llegada de un poemario especial, uno que había capturado su alma desde que leyó un fragmento en línea. Mientras se acercaba a la caja para preguntar por él, su mirada se desvió y ahí la vio: Chiara, absorta en sus estudios, tan enfocada que parecía ser la única persona en la habitación.

No había mesas disponibles, y Violeta necesitaba una; no solo había ido a buscar el poemario, sino que también había quedado con Denna allí. Observó cómo Chiara se levantaba y se dirigía hacia las estanterías en busca de algo. Violeta sintió una oportunidad y, movida por un impulso que no pudo resistir, decidió seguirla.

Con un choque "accidental", Violeta hizo que Chiara, soltara el libro que tenía en las manos. Al agacharse para recogerlo, sus ojos se encontraron y, por un momento, el mundo exterior desapareció. Ambas se dieron cuenta de que tenían el mismo interés por el poemario, un detalle que no hizo más que aumentar la tensión entre ellas.

—— Joder, que tonta. —— Dijo mientras se agachaba para tomar el libro que había caído al suelo. —— Lo siento, no te vi —— Se disculpó la reportera.
—— Don't worry —— Respondió Chiara. Su voz era más firme de lo que ella sentía por dentro. El silencio se instaló entre ellas mientras la ojiverde tomaba el libro del suelo. Sus dedos rozaron brevemente y un escalofrío recorrió la espalda de Violeta.
—— ¿Cómo has estado? —— Preguntó la pelinegra, intentando parecer indiferente.
—— Bien, supongo —— Murmuró Violeta, su mirada fija en el libro que ahora Chiara sostenía. ¿Cómo era posible que justo ambas tuviesen aquel poemario entre sus manos?
—— ¿Y tú con Selene? —— La curiosidad se apoderó de Violeta, necesitaba saber. La menor suspiró, una parte de ella quería contarle todo, pero se contuvo.
—— Bien, estamos viendo qué pasa — dijo con cautela. —— ¿Y Salma? —— Chiara no pudo evitar preguntar.
—— Nada serio, solo para pasar el tiempo —— Respondió Violeta mientras sus ojos viajaban entre los ojos verdes de la chica a los labios de la misma.

La cercanía entre ellas era abrumadora, y en un acto de osadía, La pelirroja se acercó aún más a la menor, sus labios a solo centímetros de distancia.

—— ¿Y tú que tal estás? ¿No me extrañas? —— Susurró Violeta, desafiante.

Chiara, con el corazón acelerado pero sin mostrar su nerviosismo, se inclinó aún más en forma de contraataque, hasta el punto de casi cerrar la brecha entre ellas.

—— No juegues con fuego, Violeta, I don't want to burn you. —— Advirtió la menorquina, su voz baja pero cargada de un peligro seductor.

Violeta retrocedió, su respiración agitada y una sonrisa nerviosa en sus labios.

—— Tengo quemaduras de tercer grado desde que te vi en tinder, Kiki. Quizás ya es tarde para eso. —— Dijo antes de girarse y caminar hacia la salida del lugar con su móvil en mano para avisarle a su amiga rubia el cambio de planes que había decidido hacer, dejando a la ojiverde con el poemario en sus manos y un torbellino de emociones en su interior.

Violeta por otro lado, no sabía qué clase de espíritu la poseyó en ese momento, pero sea el que sea, la pelirroja le agradecía. Quizás ya era tiempo de dejar de tontear, dejarlo con Salma y centrarse en la chica del tatuaje de luna...

—— Pff, que lío. —— Se dijo a sí misma.

It's a Match | KiviWhere stories live. Discover now