It's a Match | Kivi

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mi kiki <3
active a while ago

keeks
2:02 p.m
estás en casa?
2:02 p.m
necesito que me ayudes con las bolsas del mercado
2:02 p.m
que me he emocionado un poco en el mercadona jhsjs
2:03 p.m

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Ruslana se encontraba en la entrada del portal, sus brazos abrumados por el peso de las bolsas pesadas llenas de cosas del mercadona. La ucraniana estaba esperado que Chiara respondiera a sus mensajes para ayudarla con la carga, pero su teléfono permanecía en silencio, pero mientras pensaba en si llamarle, fue interrumpida por la llegada oportuna de Martin, cuya presencia era como un faro de esperanza en ese momento de necesidad.

—— ¿Te echo una mano? —— ofreció Martín, su voz fue como un suspiro de alivio para el cansancio en los brazos de Ruslana.
—— Porfi. —— Respondió. —— Le he escrito a Chiara pero no me contesta, le voy a dar una hostia con la mano abierta cuando le vea por dejarme tanto tiempo fuera con las bolsas. —— Dijo entre dientes haciendo reír a Martin.

Juntos subieron las escaleras con las bolsas mientras que la conversación fluía entre ellos, ligera y cómoda, mientras las risas llenaban los espacios vacíos del pasillo cuando alguna que otra cosa se le caía de las bolsas a Martin. En veinte minutos, la tarea estaba completa, los estantes llenos y la cocina ordenada.

—— Ahora, donde está kiki, que la voy a golpear. —— Preguntó al aire. Martin negó y la siguió mientras se dirigían a la habitación de su amiga.
—— Déjala, que debe de estar dormida, pobrecilla. —— Dijo el chico de bigote mientras se interponía entre la puerta de la habitación y su amiga pelirroja. —— No vas a pasar. —— Dijo firmemente Martin mientras Ruslana intentaba abrir la puerta.

Un sonido tras de ellos les hizo parar. Todo quedó en silencio. Ambos se miraron y decidieron abrir la puerta de la habitación, encontrándose con la pelinegra, con sus ojos verdes igual de rojos que su rostro. La encontraron acurrucada en una esquina, su cuerpo temblaba con cada sollozo que escapaba de sus labios. Las lágrimas habían trazado caminos por sus mejillas, y su rostro, normalmente iluminado por una sonrisa, estaba marcado por la desolación. Ruslana y Martin se quedaron sin aliento ante la visión de su amiga, tan vulnerable y rota.

Chiara levantó la mirada y con voz quebrada, relató su conversación con Selene.

—— Se lo he dicho. —— Anunció. —— Le he hecho daño y aún así ha sido super mona conmigo. —— Volvió a decir. —— I don't deserve that. —— Negó.

Y sí, Chiara había sido sincera con la chica de cabello rubio. Le había confesado su incertidumbre, entre ella y Violeta. Sin embargo, Selene solo le ofreció espacio y apoyo junto a una promesa de estar allí cuando Chiara estuviera lista.

Pero la comprensión de Selene solo sirvió para profundizar la culpa que ahora consumía a Chiara.

Sabía que había herido a Selene, que su honestidad había sido un cuchillo en el corazón de la rubia.

Ruslana y Martín se acercaron, uno a cada lado de Chiara, y le abrazaron.

La habitación de Chiara se había convertido en un refugio de tristeza, sus paredes absorbían los ecos de su llanto. Ruslana y Martín habían intentado todo, desde palabras de consuelo hasta abrazos silenciosos, pero nada parecía aliviar el dolor que consumía a la chica de ojos verdes. La atmósfera estaba cargada de desesperación, y cada intento fallido de calmar a Chiara solo añadía peso al aire ya denso.