la elegida (𝘉𝘓𝘈𝘕𝘒 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘦𝘳𝘪𝘦𝘴) g!p

III

Baje del auto, me quedé sorprendida al notar que habíamos llegado a una pequeña cabaña.

— Bienvenida a tu nuevo hogar, anda  camina.

— Sí — me límite a responder.  Cualquiera pensaría que por el auto que conduce y que haya asistido a la fiesta sería adinerada pero esto dice lo contrario.

Ella mi abrió la puerta, yo entre mirando todo a mi alrededor, no es lo que esperaba pero esta bien supongo.

— Esperabas más verdad. Es lo que te puedo ofrecer por ahora pero, algún día te daré todo lo que quieras.

— Me acostumbrare a tu estilo de vida  Alfa.

— Me da curiosidad, tú no te sientes atraída hacia mí como si sintieras una conexión, te pido seas sincera conmigo — Me puse en frente de la pequeña mujer.

— si busca sinceridad se la diré, no siento atracción por usted, esto ha pasado tan rápido que aún lo estoy procesando. Que me haya elegido así y me trajera con usted.

— A lo mejor te asuste, pero tú sí has llamado mi atención, incluso hay una sensación aquí — lleva su mano hasta la altura de su pecho.

— Su corazón.

— Así es, algo me dice que debo mantenerte conmigo.  Mereces más de lo que puedo darte ahora, si sigues a mi lado te doy mi palabra de que vivirás como realeza.

— Yo — mire sus ojos, parece sincera en las palabras que dice — Yo confío en usted, me adaptare a su vida, confío en que si me escogió es por algo.

Sin darme cuenta llegó la noche, así que sali de la cabaña para contemplar las estrellas y la Luna que se veían muy hermosas.

Admito que estar rodeada de naturaleza me gusta un poco, había escuchado de alfas que deciden dejar la sociedad para unirse más a su lobo interior pero, suelen tener tendencia de ser solitarios.

Pero ella no era así, no parecía nada salvaje a pesar de que vivía muy apartada  a los demás, pude notar que era muy elegante al hablar y al mover su cuerpo.

Esta tranquilidad de la noche me hace pensar en detalles que no había dado importancia, el grito de mi alfa me saco de mi mundo, entre rápido y fui directamente hacia ella.

— Ella es mi hermana menor Sam y su esposa.

— Mucho gusto conocerlas a ambas —  las salude.

— Es muy linda hermana y es menor verdad.

— Lo es, ella fue la elegida para ser mi mujer.

— Ven vamos — Mon agarra la mano de Nueng y la lleva a otro lado de la cabaña — cuando esas dos se ponen hablar no hay quien las pare.

—  Ahora ya lo sé. Quizás te suene grosero pero puedes contarme más de cómo es ella, es que en la fiesta solo decían cosas feas.

— Me he de imaginar, Sam no es de hablar mucho de su hermana pero lo que te puedo asegurar es que no te haría daño, compruébalo tu misma.

— Tienes razón en parte, si es tan mala como los rumores que se dicen de ella ya me habría hecho algo.

Me quedé pensando en esto, en quién era la alfa que me había escogido. Pase un buen rato hablando con Mon, sobre mi vida, hasta que ella de fue dejándome sola con ... Mi alfa.

— Ya es hora de que vayamos a dormir.

— Esta bien — La seguí hasta su habitación, ella me dio indicaciones y después se fue, dejándoma sola.

— Dormiré en el sillón hasta que estés cómoda conmigo, descansa sí.