Capítulo V

7 0 0
                                    

En medio de toda la oscuridad que les rodeaba solo se escuchaban algunos jadeos leves por parte de Takemichi y Hanma, quiénes habían sido los primeros en llegar al lugar acordado con Makoto, intentando recuperar un poco el aire después de haber estado casi dos horas corriendo a través de la ciudad hasta asegurarse de que nadie seguía sus pasos y unos minutos más tarde se les fueron uniendo los otros tres miembros restantes de su grupo.

–Dadme vuestras chaquetas y me las llevaré lo antes posible a la base –Makoto les extendió una pequeña caja para que las metieran ahí junto a las sudaderas negras y demás accesorios como los guantes o los cubrebocas–. Ya les dije a Takemichi y a Hanma donde están las mochilas con ropa limpia, así que me iré yendo.

–Luego iremos para allá –dijo Chifuyu recibiendo un asentimiento por parte del pelinegro–. Compra unas pizzas por el camino, de tanto correr me ha entrado hambre.

–Nunca cambias renacuajo.

El más alto le revolvió el pelo, que estaba un poco mojado a causa del sudor logrando sacarle alguna queja mientras se dirigían hacia el lugar exacto donde Makoto les había indicado a ellos dos y empezaba a reírse por la actitud del contrario.

–¿Adivinen a quién me encontré hoy?

–¿Alguien famoso compañero? ¿No me digas que te encontraste con algún integrante de mi banda favorita?

–Que va, nada que ver –respondió Takemichi entre risas cuando Chifuyu se desanimó e hizo una mueca adorable, a ojos del resto, sin ser consciente–. Me he cruzado con nada más y nada menos que nuestro querido Sano Manjiro y su grupo de amigos.

–Deberíais haber visto la expresión que pusieron todos cuando Takemichi le llamó por su apellido.

–¿Hablaste con él? –cuestionó Kisaki mientras se terminaba de acomodar una camisa blanca de media manga dejándola desabrochados los primeros botones de esta y viendo como su mejor amigo asentía–. No esperaba que lo hicieras tan pronto o no en estas circunstancias.

–Yo tampoco pensé que sería de esta manera, pero ha sido bastante divertido.

Se terminaron de vestir y se cargaron la mochila al hombro para dirigirse a la base con tranquilidad comentado por encima toda la situación que vivieron esa noche riéndose cada vez que Chifuyu imitaba a los agentes que les habían estado persiguiendo, haciendo muecas y gestos raros provocando carcajadas entre ellos.

–Oye Take –Hanma continuó al escuchar un sonido del nombrado dándole a entender que le escuchaba–. Kisaki nos contó que un conocido tuyo se puso en contacto contigo para decirte lo de esta noche.

–Así es.

–¿Lo conocemos?

–Podemos decir que es un amigo de la infancia –sonrió con un poco de nostalgia–. A lo mejor lo habéis visto, pero nunca habéis llegado a tratar directamente con él, excepto Kisaki.

–¿Tienes más amigos de la infancia aparte de nosotros?

Nadie pudo contener las risas ante el dramatismo en las palabras del menor que reflejaban decepción, y mucho menos cuando lo vieron agarrarse el pecho mientras fingía llorar y se limpiaba las supuestas lágrimas que salían de sus ojos.

–Me siento traicionado de algún modo.

–Si te sirve de consuelo –el rubio le dio palmadas en la espalda–, lo conocí después de empezar a juntarme contigo.

–Sigo sintiéndome ofendido –seguidamente se recompuso y con una sonrisa continuó hablando–. Si me invitas a cenar algún día, juro que te perdonaré.

Rebelión Digital: Ecos del Futuro [TakeMikey]Where stories live. Discover now