Afrodisíaco

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—Son muy amables las otras asistentes de la concubina Gyoukuyou, al igual que ella. -Le comentaba Tuzi a su hermana.

—La verdad es que sí. -Dijo Maomao.

—Oye, ¿entonces eres la catadora de la señorita Gyoukuyou? -Le preguntaba la pelinegra muy animada.

—Sí, pero lo malo es que no puedo hacer mis experimentos.

—Mejor, así no te dañas más el brazo.

—Sí, supongo...

—Mao, ¿a ti el eunuco ese no te ha molestado?

—Un poco, se ve que tiene una pinta de mujeriego...

—¡Maomao, te llaman! -Dijo una de las asistentes de la concubina.

—Suerte, no te me mueras con un veneno. Ya sé que saben ricos, pero hay que saber controlarse a veces.

—No te burles de mí y no hables que bien que te gusta tragártelos.

Maomao salió de la habitación se dirigió a donde la esperaban, encontrándose con un Jinshi esperando sentado.

—Ah, por favor llamen también a la otra boticaria. -Dijo el eunuco.

—¡Tuzi, te llaman! -Dijo una de sus compañeras.

—¡Ya voy!

Tuzi salió de la habitación, entrando en la sala donde se encontraban todos.

—Bien, un oficial me envió estos bollos y me gustaría que los probaras, catadora. -Dijo Jinshi.

Maomao agarró uno, lo abrió por la mitad y lo empezó a olfatear.

—Tiene afrodisíaco, no es perjudicial y lo puede comer sin problema. -Dijo la peliverde.

—¿Lo sabes solo con olerlo y no probarlo?

—Sí, mi olfato está entrenado para detectar venenos y hierbas medicinales.

—Teniendo en cuenta quien me lo envía, no me atrevo a comer esos bollos. -Dijo el joven de ojos amatista.

—Bueno, quien sabe... Tal vez esa persona lo visite esta noche. -Dijo Tuzi intentando no reírse.

Jinshi puso una cara de desagrado de solo pensarlo, pero la disimuló rápidamente.

—Catadora, ¿me podrías preparar un afrodisíaco?

¡ESPERA, ESO NO!

Yo quiero hacerlo, por por favor.

Mao tiene más suerte que yo, siempre lo he dicho.

Bueno, tal vez pueda acompañar a Mao.

Por favor, universo... Qué me permitan acompañar a Mao.

—¿Se refiere a hacer fármacos? -Maomao casi saltaba de la emoción.

Jinshi se le quedó viendo raro a Maomao.

-Con todos los ingredientes, me veo capaz de prepararlo. -Dijo peliverde.

—Oh, también que vaya la otra boticaria, nunca es malo un poco de compañía y ayuda. -Dijo Jinshi guiñándole el ojo a la pelinegra.

Tuzi lo miró con asco, como si estuviera viendo a una cucaracha.

¿Será que me leyó la mente?



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—¡Ya me voy! -Dijo Maomao.

~𝐹𝐿𝑂𝑅 𝐷𝐸 𝐿𝑂𝑇𝑂~Where stories live. Discover now