Pabellón de cristal

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Al final estos días serán diferentes para Maomao y para mí, ya que estaremos en el pabellón de cristal por órdenes del emperador. Al parecer su majestad quiere poner aprueba nuestros conocimientos y habilidades de boticaria.

Pues no lo decepcionaremos y vamos a tratar de hacerlo lo mejor posible.

Su majestad nos ordenó cuidar de una de sus flores, la concubina Lihua.

Esa es la mujer que vi aquella vez con aspecto demacrado y que golpeó a la señorita Gyoukuyou, mientras la acusaba de haber lanzado una maldición de muerte sobre su hijo.

Su majestad dejó de visitarla, pero nos ha encargado hacer que se recupere y evitar su muerte. Eso significa que aún le importa la concubina Lihua.

Bueno....

Maomao y yo vamos a tratar de hacer todo lo que esté a nuestro alcance, solo que hay un problema...

Uno que al principio creí que era una cosita pequeña y que se resolvería, pero ahora se ha vuelto más molesto y nos impide totalmente hacer nuestro trabajo.

Y eso que fue mandado por el emperador, pero al parecer eso no importa.

Esas mujeres... Las damas de compañía de la concubina Lihua.

A cada rato nos están echando del pabellón de cristal, solo les falta golpearnos.

Yo quiero darles una buena lección, pero Maomao no me lo permite y dice que me quede quieta, entonces...

Ahora nos dirigimos, OTRA VEZ a llevarle la comida a la señorita Lihua. A ver si esta vez hay suerte y nos dejan entrar, porque a este paso la concubina se reunirá con su hijo.

—Buenos días, aquí traemos el desayuno de la señorita Lihua. -Dije sonriendo amablemente.

—Ugh, ¿es que no les hemos dicho que nuestra señorita Lihua no come esta comida sin clase? -Dijo una de las damas de compañía.

—Sí, mejor no vuelvan más por aquí. -Una dama de compañía lazó la bandeja de comida al suelo.

—Limpien esto y no vuelvan más, ¡feas! -Dijo otra dama de compañía riéndose de nosotras.

LAS QUIERO ENVENENAR

No es justo que yo haya entrenado para saber pelear, usar una espada y las flechas. Incluso puedo hacer volteretas en el aire, y todo porque me entrenó hace años y a escondidas uno de los "amigos especiales" de Pairin.

Y me tengo que dejar humillar por estas ratas...


❦❦❦


—Vamos, Tuzi. -Me dijo Maomao.

—¡¿Cómo que vamos?! No ves que hace tan solo unas horas nos echaron esas... Cosas.

—Lo sé, pero si no lo hacemos nuestras cabezas van a rodar.

—Ah... No quiero morir tan joven y sin haberme hecho rica.

—Vamos a llevar la comida y listo.

—Lo dices como si nada.

~𝐹𝐿𝑂𝑅 𝐷𝐸 𝐿𝑂𝑇𝑂~Where stories live. Discover now