𝐍𝐞𝐤𝐨 𝐂𝐨𝐫𝐩𝐨𝐫𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧. ⸺ 𝐶𝑟𝑒𝑛𝑛𝑦

★ ⧼ ¡𝙲𝙷𝙰𝙿𝚃𝙴𝚁 ³¹! ⧽

Craig estacionó el auto en las afueras de la corporación de Richard, soltando un largo suspiro lleno de resignación, Kenny descansaba en la parte trasera del vehículo, y él solo intentaba repasar las mil y un razones que le dio Helen para convencerlo de ir, diciéndole que ya habían estado ahí, que no había pasado absolutamente nada malo y que con una máquina mucho más grande, podría observar con mayor detalle el creciendo del pequeño bebé, que ya estaría cumpliendo sus cinco semanas en el vientre del minino.

-" A ver, nene, ponte la capucha y vamos ¿ Si ? Te revisan y de regreso a casa te compro leche con chocolate ¿ Te parece ? "-
Kenny asintió emocionado, colocándose el sombrero de la capucha, tal como le indicó Craig y tomando su mano, saliendo del auto para tocar la gran puerta principal del lugar, siendo abierta prácticamente al instante por Helen, mostrándoles una gran sonrisa de bienvenida.

-" Me alegra mucho que al final hayan decidido venir. Craig, Kenny, adelante"-

Craig se tragó un "Como si hubiéramos tenido otra opción", sin embargo no lo dijo, dejando que sea Kenny quien pase primero y después que Helen se encargue de cerrar la gran y oxidada puerta. Muy al contrario de las veces anteriores, ahora no eran ni las seis de la tarde y ya estaban en tal sitio, así que Kenny y Craig no debieron sorprenderse al observar tanto niño-gato caminando por todas las instalaciones del lugar, desde por el corredor principal hasta sus habitaciones, todas con las puertas abiertas, e incluso Helen les iba informando que los pequeños tenían un patio enorme con gras artificial donde pasaban sus horas, leyendo, conversando o simplemente jugando entre ellos.

Niños de todos tamaños, muchos se quedaron segundos observando a Craig, siendo él y el personal del lugar los únicos que no contaban con orejitas y colas largas, cortas, anilladas, bicolores, wow, había definitivamente variedad
de pequeños.

-" ¡ Hola ! "-
Craig y Kenny se detuvieron cuando justo frente a sus ojos se paró un niño, un poco más pequeño que Kenny, pero sus ojos se veían diferentes, no sabía porque, Craig no encontraba el mismo rastro de inocencia que en su pequeño, era como una especie de Butters, aunque tenía el cabello casi del mismo color que Kenny.
-" ¡Me llamo Pip! "-
Meneó sus dos grandes y esponjosas orejas. Se veían bien, el niño era considerablemente adorable, o eso creyó Craig, hasta que sintió como los pequeños brazos de su bebé rodearon su cuerpo, escuchando un sonido diferente a cualquiera que hubiera oído de Kenny antes.
-" Uh, uhm "-
Pop retrocedió unos pasos, hasta que llegó Helen y al verla, automáticamente se escondió detrás de la señora, sacando su cabeza e inclinando sus orejas, manteniendo su mirada fija en Kenny.

-" ¿ Qué pasa, nene ? "-
Kenny no apartaba la mirada de Pip, con sus orejas totalmente levantadas, gruñendo después de que Pip volvió a esconder su cabeza detrás de la mujer presente.

-" Está celoso "-
Habló la voz dulce de Helen, volteando para dirigirse a Pip, colocándose en cuclillas, quedando a una altura más reconfortante para el pequeño.
-" Pip, Craig es el novio de Kenny, sabes que no debes mirar mucho a los novios de los demás "-

-" Yo no sabia "-
Pip movió sus pies como pataleando, recibiendo una caricia sobre sus ondulados cabellos, sonriéndole después a la madura mujer.
-" ¿ Puede decirle que lo siento ? "-

-" Él lo sabe. Ahora ve a jugar ¿De acuerdo? Encárgate que nadie mire mucho a Craig, se bueno y podrás ver tu programa ese de hombres raros canadienses aunque lo pasen muy tarde "-

-" ¡ Terrance y Philip, Helen.! ¡ Se llaman Terrance y Philip ! "-
Mientras Helen veía a Pip alejarse y cumplir con sus palabras, Craig bajó la mirada, observando como Kenny no lo soltaba a pesar que la "amenaza" ya se había ido, el minino subió su mirada y le maulló a Craig, mostrándole sus ojitos llorosos. Craig no iba a admitir en ese momento lo adorables que eran los celos de Kenny, en aquel instante solo se inclinó y besó con mucho cuidado y ternura los deliciosos labios de su pequeño, haciéndolo sonrojar, sabiendo que habían muchos pares de ojos admirando la hermosa escena.