𝚁𝙾𝙼𝙼𝙸𝙴 𝙰𝙻𝙵𝙰 - [𝚈𝙾𝙾𝙽𝙼𝙸𝙽]

Capítulo 26

El corazón de Jimin latía tan fuerte que casi pensó que todo el mundo podía escucharlo. Su respiración se volvió errática, cada segundo que las agujas del reloj marcaban lo ponía más nervioso, como si hubiera una bomba de tiempo con una cuenta regresiva y estaba a punto de ser detonada.

Minho gruñía por lo bajo apretando los puños, como si estuviera al tanto de algo que Yoongi sabía, y le advertía que no lo dijera.

— Esto que tengo aquí — Mostró la carpeta — es la prueba de que deberías estar en prisión— Minho abrió los ojos estupefacto. — ¿Recuerdan todos a Myung dae? ¿El Omega que se suicidó en el dormitorio ocho?

—¿Qué mierda tiene eso que ver con esto? — Gritó eufórico Minho. Yoongi sonrió con malicia y frialdad.

—¿Qué, ¿qué tiene que ver eso? ¡Claro que mucho! ¿Sabes por qué? Porque están haciendo un drama por un Omega que ha demostrado ser mejor que todos ustedes juntos, cuando hay cosas más graves —Habló Yoongi con fuerza, mirando a el director.

— Joven Min, por favor, vaya a la dirección y Espéreme allí — Ordenó el director, irritado y nervioso.

—Y una mierda. No me moveré de aquí, hasta que exponer que usted está solapando a un asesino — Soltó con la voz potente y cargada de rabia.

Jimin abrió los ojos con sorpresa, su cuerpo sintió un escalofrío y se cubrió la boca.

Incluso los estudiantes y maestros miraban a Minho horrorizados, exclamaban cosas mientras el alfa los miraba desvariado, negando con la cabeza, soltado un olor fuerte debido a la furia y el miedo.

Yoongi lo miraba con frialdad.

—¿Vas a negar que fuiste tú que marcaste a Myung dae, abusaste de él, después cuando quedó embarazado entraste en pánico y lo envenenaste para hacerlo ver como un suicidio? ¡¿Vas a negarlo Minho?!

El alfa mayor apretó los dientes, se levantó atravesando la multitud con rapidez, empujando a algunos estudiantes con violencia con tal de llegar a Yoongi y arremeter contra él. Pero inmediatamente unos profesores lo detuvieron.

—¡Suéltenme! ¡Toda esa mierda es mentira! ¡Él quiere arruinarme! ¡Siempre ha querido hacerlo! —Gritaba con fuerza, removiéndose con el fin de soltarse.

—¿Y por qué te alteras si es mentira? —Río Yoongi levemente — No tienes escapatoria maldito, aquí están todas la pruebas, fotos, mensajes con amenazas e incluso la autopsia que tanto querías que no se le mostrará a nadie —Reveló.

Jimin dio un paso hacia atrás, asustado por todo lo que estaba escuchando. Todo este tiempo había sido amenazado por un asesino que hubiera sido capaz de cualquier cosa. Sintió ganas de devolver el estómago, pero quería mantenerse firme a pesar de que también sus piernas temblaban.
Miró a Yoongi, y a pesar de que este no le devolviera la mirada, le estaba transmitiendo seguridad a través de un enlace, una corazonada que se hacía más fuerte cada vez. Tenía ganas de correr hacia él, esconderse debajo de su brazo, dormir allí aspirando su fuerte y protector aroma, despertar en un día donde nadie recordará eso.

Aquella noche se convirtió en una pesadilla para Minho. Ya no había excusa que podía poner, todo apuntaba a que era cierto.

El horror, el asco y la repulsión con que todos los estudiantes lo miraban, hizo que se desquiciara, que sacará su parte más violenta.

—¡Juro que te matarte! ¡Lo juro! ¡Acabaré contigo Yoongi! — Amenazó colérico, con sus ojos rojos nublados por la rabia y la furia. Como un animal dispuesto a destrozar a su presa en cuanto se le diera la oportunidad.