Tinder

1.8K 66 4
                                    


—Tienes que dejarte de tonterías y echar un polvo, Violeta.

—Eres muy pesada con eso, Almudena.

—Ya te he dicho que si no me acuesto con alguien es porque no quiero.

—Eso lo sé, pero desde que te has separado no
has estado con alguien.

—Sí, qué...

—Esa tía no cuenta, si te acostaste con ella es porque sabías que no volvería a la isla.

—Menos complicaciones, amiga.

—Debes encontrar a alguien de aquí.

—No quiero encontrar a nadie, Denna, llevo toda la vida de pareja en pareja, necesito este tiempo para mí.

—¿Cuánto tiempo llevas sin sexo?—pregunta mi amiga muy seria.

—Ayer, Moradito y yo...

—Con una persona, Vio, el satisfyer, tus dedos o cualquier otra cosa no vale. ¿Cuánto hace que no estás con una mujer?

Pienso en las palabras de mi amiga, y tras hacer mis cálculos la miro con los ojos muy abiertos.

—Responde -exige.

—Más de diez meses.

–¡Joder!, y sigues con vida todavía.

—Idiota —digo golpeando su hombro.
—No lo necesito —respondo intentando sonar convincente.

—Ya, claro, por eso entras en ese chat de lesbianas buscando a alguien para solo sexo.

—Es lo que busco, Denna, sexo, pero las mujeres son muy complicadas.

—Abre la aplicación de Tinder.

—¿Qué?, ni de coña.

—¿Estás acojonada?

—No, solo que no quiero complicarme la vida.

—En esa aplicación hay muchas mujeres que solo buscan sexo. Abre la jodida app, ¡ya! —exige.

Cojo el móvil que está encima de la mesa pequeña que tengo en el salón y tras activarlo busca la app y me conecto, miro a mi amiga y veo su cara de felicidad.

—No sé por qué te hago caso en estas cosas.

—Claro es mejor meterte en un chat. ¿Cuántas mujeres de Mallorca has encontrado en ese chat?

—Ninguna—admito haciendo una mueca.

—¿Al menos has encontrado a alguien que valga la pena ahí dentro?

—He conocido gente bastante divertida, pero nada más que para una amistad, nadie ha dado con la tecla.

—¿Cuál es tu tecla?

En ese momento miro a mi amiga sin saber exactamente qué es lo que busco. Mis miedos a cometer los mismos errores son tan grandes que huyo de cualquier tipo de relación que pueda tener con alguien.

Por eso me es más efectivo meterme en un sitio que sé que encontrar a alguien de mi isla resulte más complicado que una app con geolocalización.

—No lo sé, Denna, pero lo que tengo claro es que cuando la encuentre sabré que es ella.

—En ese chat no la vas a encontrar, y encerrada en tu casa tampoсо.

—No estoy encerrada, me siento cómoda aquí, a veces pienso que odio a la gente.

Almudena me ha quitado el teléfono y se pone a pasar a chicas, descartando hasta que se para en una y comienza a mirar su perfil.

—Es bastante mona —asegura mirándome.

Kivi- One shots Where stories live. Discover now