Capítulo 8

290 52 47
                                    

-No tenía idea de que George pudiera hacer amigos -le dice Karl a Dream.

-De hecho no somos amigos, porque George dice que no tiene tiempo para eso. Aunque nos llevamos muy bien. Él es muy agradable.

-Creo que eres el único que diría eso de él.

-¿Ustedes se llevan mal con George?

Los mellizos se miran entre sí y suspiran al mismo tiempo.

-Él se lleva mal con nosotros. Hemos intentado hasta lo imposible por ser buenos con él, aunque no parece importarle nadie más que él.

-Pues ustedes no parecen ser malas personas. Por cierto, George me mencionó que estudian en París.

-¿Te habló de nosotros? Me sorprende. Y sí, estamos estudiando en París.

-¡Eso es genial! A mí me encantaría ir a estudiar allá. Es casi como un sueño.

-Ay, mi pequeño. No todo es tan bello como suena -Karl lo toma de los hombros para guiarlo-. Es un proceso largo para ser aceptado y las vacantes son muy pocas.

-¿Y ustedes cómo lo lograron?

Karl se detiene en seco y casi clava sus uñas sobre la ropa de Dream al escuchar esa pregunta tan insensible.

-Papá es amigo del rector. No fue tan difícil para nosotros ingresar.

-¡Tina! -le regaña Karl- No la escuches. Claro que tuvimos esa ventaja por nuestro padre, pero también ingresamos por nuestro talento inédito. Así funciona el mundo, mi querido. El talento es importante y los contactos te lo hacen más sencillo. Ven, te voy a presentar a nuestros padres.

...

George sigue parado en el mismo sitio jugueteando con sus dedos sin saber qué más hacer. Dream lo había abandonado como si nada, después de hacerle el favor de llevarlo a la exposición. ¿Cómo se atrevía a ser tan descortés?

-¿Adónde se fue el chico? -pregunta su madre que acababa de regresar de conversar con un amigo suyo que también había participado en la exposición.

-Se fue con los mellizos de los Jacobs.

-Al menos estará más entretenido con ellos.

George rueda los ojos.

-Yo no quería venir, madre. Lo dejé bien en claro desde siempre.

-Es por el bien de tu futuro. Todos los que ves aquí serán tus próximos colegas y debes comenzar a tratarlos ahora.

-Paso. Iré a buscar a Dream e iremos a la academia.

-Ya es demasiado tarde, George. Disfruta o ve tu vida pasar.

George por primera vez en las últimas horas se da la oportunidad de caminar por los pasillos en busca de Dream. No puede creer que se siente tan miserable que va a buscar a Dream para no estar solo.

-¡Hey! ¿Acaso ese no es el pequeño de los Davidson?

George voltea hacia la voz y se da cuenta que se trata del padre de los mellizos.

-Buenas noches, señor Jacobs.

-Llegas un poco tarde. Hace un rato acaban de irse Karl y Tina al jardín trasero con un amigo suyo. ¿Por qué no vas con ellos?

-Eso haré. Muchas gracias, señor -dice, haciendo una pequeña reverencia-. Me ha encantado su obra -miente como todos le han enseñado a hacer.

-Me alegra que te haya gustado. Nos vemos el fin de semana.

George solo asiente, aunque no sabe a qué se refiere con eso último. ¿Qué había de importante el fin de semana?

Intenta no darle tantas vueltas hasta que termina en el jardín trasero del museo, donde encuentra a esos tres jóvenes sentados en una banca tan distraídos en su charla como para notarlo.

George se queda parado cerca de la puerta observándolos. Presiona sus dientes con fuerza al ver la forma tan poco sutil en la que Karl acaricia el muslo de Dream con sus dedos, mientras lo mira embobado a los labios.

Intenta acercarse, pero a penas da dos pasos se arrepiente. No iba a hacer una escena de celos por su compañero de la academia que ni siquiera le agradaba.

Ve a Karl susurrarle a Dream algo al oído y se muere por saber que le ha dicho.

Los ojos de Karl giran un poco y se encuentran con los suyos. No parece sorprenderle verlo ahí, como si hace rato ya supiera que estaba ahí. Luego vuelve su vista a los labios de Dream como si tratara de provocarlo. Con su otra mano le acaricia el cabello de una forma tan coqueta que George se pregunta si Karl sabe la definición de pudor.

Ya no aguanta verlos. Se da media vuelta e ingresa nuevamente al interior del museo.

...

-Lo vas a volver loco desde ahora -le susurra Karl-. No va a dejar de pensar en ti toda la noche. Va a perseguirte a dónde sea que vayas. Perderá todo su orgullo por un poco de tu atención.

-¿Por qué haría eso?

-Porque el me quiere quitar todo lo que tengo, me odia. Te llevará con él solo para que no estés conmigo -Karl se ríe suavemente y voltea a ver a George, mas ya no está ahí-. Oh, ya se fue.

-¿Entonces crees que será mi amigo ahora?

-El fin de semana iremos a su casa, no dejaré de hablar de ti y lo maravilloso que fue conocernos. Para el lunes será tu mejor amigo sin que hagas nada.

-No creo que deba obligar a George a ser mi amigo.

-No es obligarlo, solo jugaremos con su mentecilla.

-¿Eso no es manipulación?

-¡Esa es la mejor parte, mi amiguito! No le des tantas vueltas al asunto. Solo quiero ayudarte con George. Sé que le tienes un gran aprecio, ni idea porqué, pero tendrás tus razones. Él ni siquiera se dará cuenta y si es que sí, solo échame la culpa. No creo que me pueda odiar más.

-Lo siento. No me parece correcto. Creo que lo mejor será que vuelva con George. Fue muy maleducado de mi parte dejarlo solo después de haberme invitado. Muchas gracias por todo.

Colorblind [Dreamnotfound]Where stories live. Discover now