Capítulo 35: Agoniza

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Capítulo 35:
Agoniza

Capítulo 35:Agoniza

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Yira

Maritza es más fuerte, omitiendo lo físico. El ataque de mi poder debe mantenerla todavía en una recuperación lenta. Su cuerpo es débil, sus fuerzas compartidas con Agadria entrelazadas por la carne en una unión aberrante, juega en contra de ambas. No importa quién reciba el golpe, las dos se verán afectadas. Eso debería ser beneficioso para nosotros, por el contrario, no sigue dejando en desventaja.

Hay algo más que no se ha desvelado.

Me cuesta entender como sucedió el regreso de la bruja, hasta donde sé, el hada cedió parte de sí misma para darle una nueva forma a su huésped, dado la falta de un recipiente digno. Entonces, como sucedió. Tuvo que haber algún otro tipo de intercambio, algo más antinatural y quizás, conveniente.

En cambio, ella en esencia misma es poderosa. Puedo sentir como su inquebrantable magia crece, a pesar de la debilidad de los huesos y la carne, ambas, bruja y hada se convirtieron en el centro de un poder corroído y nefasto, ambas son la enfermedad. Es allí donde radica el problema. Es allí donde se encuentra la solución.

La calidad y realismo de sus pesadillas ha superado todo el contacto que hemos tenido. Sé que mi cuerpo se recupera con la misma lentitud que el suyo, me he sobre exigido en las últimas horas. En este punto, las tres nos encontramos en el mismo nivel.

—Bienvenida, querida sobrina.

El velo es el lugar elegido para el encuentro. El sitio de mando y gobierno de la hermandad a pesar de que ya no tienen acceso, de alguna manera estamos allí. Un escenario muy bien tejido entre los sueños. Un reino alzándose sobre los demás.

Un trono compartido. A la derecha, Maritza sonríe complacida. Tan joven y bella como alguna vez lo fue en su existencia original. Su asiento es una escultura deforme y combinada de huesos, cráneos y alas de hadas, duendes, elfos, hasta la piel de una serpiente recubre el espaldar. Una proyección del futuro en una sola pieza.

Quien no se doblegue y jure lealtad a la hermandad tendrá un lugar privilegiado en la decoración del trono.

A la izquierda, la hermana de mi madre. El pariente que me secuestro en el pasado, me puso a dormir por largo años para luego servir a su causa. En su propia invención de trono, una burla a la representación de mi pueblo. Su odio hacia mi padre es palpable. Sentada sobre un roble doblegado a su voluntad para ella postrarse, un árbol destruido y consumido por la enfermedad. Un veneno que la acaricia y se repliega a su alrededor.

—Es un lugar tétrico.

—Es temporal —dice Maritza—. Tenemos planes de ocupar un sitio más representativo, Encantus es un territorio amplio, tiene muchos focos de poder, pero hay uno en particular que alimenta muestra ambición.

—Quieres recuperar la corte oscura, tía —el lugar que le correspondía por derecho. El origen de su traición a las hadas.

—No, ya no. Tengo mis ojos puestos en un sitio mejor. ¿Ves lo cerca que estamos de alcanzar a los selváticos? —mi tía es una criatura despiadada que perdió cada pequeña conexión con Encantus. No hay nada en ella que la empuje a salvar o proteger el lugar al que pertenecemos, por el contrario, destruir y controlar son su única motivación.

Encantus. Alas de hielo (libro 5)Where stories live. Discover now