Cαρíтυℓσ 30

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Cαρíтυℓσ 30

-          ¿Y cómo os conocisteis? –

preguntó Ellen.

-          Por el trabajo. – sonrió Nick.

– Algo así, un día en el que estuve de

suerte, la conocí, en su clínica. La

verdad es que hace unos masajes

estupendos.

Richard lo miró mal.

-          En… en el buen sentido. –

aclaró Nick. Si me mira mal por eso,

no quiero saber cómo me miraría si

supiera la de cosas que hago con su

hija en una simple cama.

-          A eso se le llama coincidencia.

– sonrió Edith.

-          Yo no creo en las

coincidencias. – dijo _______

retomando el color rosado de sus

mejillas. – todo pasa por algo.

Nick entrelazó los dedos de su mano

con los de _________, la miró

enamorado.

-          ¡Bueno! – Adalia exclamó,

agobiada por la escena. - ¿te ha

dicho Ellen que ella también va a ser

madre?

-          ¿Cómo? - _______ sonrió y se

levantó a abrazar a su hermana.

-          ¡Te lo quería decir yo! –

suspiró su hermana mayor. – Pero en

fin… solo lo es desde hace dos

semanas. George y yo estamos muy

contentos.

-          Me alegro mucho. – sonrió

_______ y le besó la mejilla.

Naiara tiró del vestido de su madre.

-          ¿Qué pasa mi vida? – la cogió

en brazos.

-          Mamá, tengo… - se inclinó a

la oreja de su madre y le apartó el

pelo con sus pequeñas manitas. –

pipi. – le susurró.

-          Bueno, vamos al baño cariño.

– sonrió. – ahora venimos.

-          ¿Os acompaño? – dijo Nick

con intención de levantarse.

-          No, mejor quédate aquí con

nosotros. – dijo Richard cogiéndolo

del brazo. – tenemos cosas que

hablar.

________ negó con la cabeza y se

dirigió al baño con Naiara.

-          Espérame. – dijo Naiara

amenazante, mirando a su madre

desde dentro del baño.

-          Si, tranquila. – sonrió

__________. - ¿No quieres que

entre contigo?

-          No. – dijo Naiara cerrando la

puerta.

-          Ni se te ocurra mover el

pestillo ¿eh?

-          No, mamá.

___________ se apoyó en la encimera

del lavabo. Su mirada se volvió gacha

y se frotó la sien con los dedos.

Tenía estrés. Su familia le producía

estrés. Rezaba por irse a la de ya.

La puerta de caballeros se cerró.

Ella vio el reflejo del hombre que

había pasado detrás suyo. Con esa

limpia sonrisa, como siempre solía

tenerla. Con esa americana negra

que lo hacía más atractivo. Con ese

rubio de su pelo, digno de Rusia, su

país natal. Con esos ojos, azul

cobalto, de un profundo mar, que la

habían cautivado, pero no habían

conseguido enamorarla. Donovan.

Alexander Donovan estaba en el

mismo restaurante que ella.

naiara... nick y tu (tercera y última temporada de protegeme)Where stories live. Discover now