Cαρíтυℓσ 44
- Pues, soy yo, nena. - una voz
sensual, femenina, sonó de nuevo, a
sus espaldas. - ¿me buscas?
Una chica, rubia de pote, pero de las
que le quedan bien, con unos ojos
grises, hipnotizantes, una boca con
labios de fresón, más o menos de su
estatura, y con un cuerpo... ¿Qué
para que contar? No tenía los
mejores pechos que se podían
desear, eran pequeños, pero estaban
bien puestos. Pero la chica era
curvilínea, y estaba de infarto. ¿Por
qué coño todas las chicas de Nick
tenían que ser una reverenda
pasada?
- ¿Tienes algo con ella? - dijo
__________, entre lagrimas.
- Eh, eh, para el carro. - le
dijo la rubia de pote. - Nick es mi
mejor amigo. Yo y él no tenemos
nada. Si pensaste mal sobre alguno
de esos mensajes es porque Nick y yo
siempre estamos de coña... y lo de
fiera, tigresa... - sonrió. - me lo
llama porque puedo beber más que él
cuando nos vamos de cañas.
- ¿Acaso te he preguntado,
zorra? - Dijo _________, con el
corazón en un puño, asqueada y muy,
muy cabreada.
Recibió una bofetada. De parte de
ella. No, la verdad es que no parecía
una cualquiera. No como Milena... no
parecía... no parecía un rollo o
simplemente, una ex de Nick.
- Tranquilízate. - le dijo
Madison.
- Ya te lo ha dicho ella,
___________. - dijo Nick. - Solo es
mi mejor amiga.
___________ asintió, incrédula. Se
frotó la mejilla, dolorida. ¿Quién se
creía para abofetearla?
- ¿Y por que esos mensajes? -
lo riñó. - ¿Eh? ¿Dime? - aun
centrada en su
idea, __________, dijo lo que más le
dolía. - a punto de casarnos y tu, te
dedicas a gorronear con otras.
- Nena... - Madison se retiró el
pelo, hacia atrás. _________ pudo
ver las raíces negras, para terminar
de comprobar que llevaba el pelo
tintado. - Se que estás cabreada, y
que ahora mismo no le harás caso a
una extraña, ni mucho menos. Nick
me habla mucho de ti, y de verdad,
durante todo el tiempo que hace que
lo conozco, nunca lo había visto tan
enamorado.
ESTÁS LEYENDO
naiara... nick y tu (tercera y última temporada de protegeme)
RandomN α ια я α Leyó una vez más el significado del nombre de su hija. A pesar de que ya habían pasado tres años y medio, le seguía fascinando, como el primer día en que la tuvo entre sus brazos. Recordó aquella temporada, con Milena, y todos esos proble...