Capitulo 73
- ¡Cabrón! - Nick apretó histérico
el claxon de su Lamborghini. -
- Adelántalo. - le dijo Kellen
señalando con el dedo. Nick hizo
caso de lo que le decía su amigo y
adelantó al tío del Citroen negro.
Kellen bajó la ventanilla del copiloto.
- ¡Que te jo.dan, cab.rón! - le
enseñó el dedo del medio, mientras
Nick corría por la carretera.
Naiara y Bruno se lo pasaban bomba,
sentados en dos sillitas, detrás,
mirando como sus padres se discutían
con gente de la carretera, que ni
siquiera conocían, y hablando entre
ellos dos, de sus cosas... de pequeños.
Kellen les hechó un vistazo.
- ¡Pero qué guapo te ha puesto la yaya
Denisse, Bruno! - le dijo gracioso.
Naiara hizo puchero. - tú también
estás muy guapa Nai. - le guiñó un ojo
y Naiara se sonrojó.
- No coquetees con mi hija. - dijo
Nick mirándolo mal. Pero terminó
riendo.
- Oh lo siento. Me gustan jóvenes,
pero no tanto. - le siguió la corriente
Kellen. - Pero de grande estará
buena.
Nick le pegó en la cabeza.
- ¡Au! ¿Qué?
- Ya hemos llegado. - dijo nick
estacionando donde pudo. -
__________ me va a matar.
- Vamos, tampoco es tan tarde.
- ¿Qué no? Llego media hora tarde.
Me va a dejar un año sin follar.
- Lo que te faltaba. - Kellen bajó y
desabrochó a Bruno y Naiara, que
saltaron del coche deprisa y
empezaron a corretear por allí. - Si
quieres llamo a la Japonesa.
- No hace falta. - sonrió. - tengo
una americana de primera que supera
a cualquiera.
- Estás muy enamorado.
- Lo sé.
Nick cerró el coche y fue hacia
Naiara.
- Mi vida, cuidado no te ensucies. - la
cogió en brazos y le dio un beso en la
mejilla. - ve a la capilla con Kellen
¿sí? Nos vemos dentro de un ratito.
Naiara asintió y fue con Kellen que la
cogió de la mano, junto con Bruno.
Nick suspiró y se dirigió hacia la
Iglesia. Abrió las puertas. Todas las
miradas se centraron en él. Se
adelantó y se situó hacia el altar.
- Siento llegar tarde. - se disculpó,
colocándose en su sitio.
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naiara... nick y tu (tercera y última temporada de protegeme)
RandomN α ια я α Leyó una vez más el significado del nombre de su hija. A pesar de que ya habían pasado tres años y medio, le seguía fascinando, como el primer día en que la tuvo entre sus brazos. Recordó aquella temporada, con Milena, y todos esos proble...