Cortejo

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Pete POV

Una semana de estudio, tres cambios de tela con el sastre porque Vegas no estaba cómodo en su atuendo, una docena de pruebas para la comida del banquete y múltiples conversaciones con el Rey tratando de controlar su nerviosismo respecto a su hijo, todo para este momento exacto en que Kan podía pararse en las escaleras que daban al jardín para anunciar el regreso de Vegas a casa.

Sentía que finalmente el peso en mis hombros se relajaba y podía respirar con normalidad de nuevo, el príncipe parecía un príncipe, los invitados sonreían con sinceridad y el clima era perfecto para el festejo. Era la prueba más importante que había tenido desde que llegué aquí y la había pasado a la perfección.

Así que mientras el Rey forzaba a su hijo a saludar a cada uno de sus invitados, pude relajarme con una copa de vino burbujeante, era lo más ligero que estaban ofreciendo esa tarde y lo único que me atrevería a beber sin poner en riesgo mi buen juicio, a pesar de haber pasado el primer nivel de la velada, prefería mantenerme alerta en caso de que mi pequeña bestia se saliera de control.

― ¿Tienes edad suficiente para beber? ―levanté la mirada hasta el hombre detrás de mí, mi proyecto en desarrollo, suspiré tomando un corto sorbo y busqué a Kan entre la gente. ―Llevó a sus viejos amigos a conocer su nueva colección de arte.

―Está orgulloso de ella, ha traído piezas de todo el reino. ―musité con una ligera sonrisa y un asentimiento dirigido a otro de los invitados que paso delante de nosotros. ―Debiste ir con él, el objetivo de esta noche es que conozcas a tantos aliados como puedas.

―Mi querido Pete, ambos sabemos que no estamos aquí en busca de aliados, sino que mi padre ha decidido hacer de casamentero y tengo a todos los omegas aristócratas en este mismo jardín, puestos a mi disposición. ―quise ocultar la sonrisa burlona, pero fue imposible, quizás no debí probar el alcohol en absoluto. ―Si me atrapan a solas con cualquiera de ellos, no tendré más remedio que desposarle y no tengo intenciones de casarme con ninguno.

―En algún momento deberás casarte, es mejor conocer a tus prospectos desde ahora. ―musité dejando la copa sobre una de las mesas, pediría un vaso con agua al próximo mesero que pasara por ahí. ― ¿Prefieres un compañero masculino o femenino? He leído que el embarazo es más fácil en las mujeres omegas, aunque los hombres tienden a tener celos más largos.

―Eres como una enciclopedia a la que le han crecido piernas y me persigue a donde sea que voy. ―exclamó con un tono de burla, extendiendo su copa para un fingido brindis en el aire con uno de los viejos amigos de su padre.

―Trato de educarte en temas que es importante que conozcas. ―murmuré girándome para quedar de frente a él, Vegas suspiró y asintió dejando su copa vacía al lado de la mía. ―Quizás ahora no parezca importante, pero en unos años agradecerás saber sobre estas cosas, cuando tengas un compañero y debas darle un heredero al trono.

―El día que decida tener un compañero, no lo elegiré por quienes tienen celos más largos o quienes sufren menos durante el embarazo, lo haré porque esa persona me atrae como nadie lo ha hecho antes. ―susurró inclinándose sobre mí, evitando que las personas a unos pasos de nosotros pudieran escucharlo. ―En todo caso, tengo preferencia por los compañeros masculinos.

―Se lo haré saber a tu padre para próximos eventos. ―soltó una carcajada ronca y me sentí mareado por la brisa que golpeo mi rostro. ―La comida se servirá en cualquier momento, tu lugar estará al lado de tu padre y seguro invitará a uno de sus amigos a sentarse al otro lado.

―Uno con un hijo omega, me atrevo a adivinar. ―me encogí de hombros y tomo otra copa del mesero que pasaba a nuestro lado, ni siquiera lo detuvo y no tuve tiempo de pedirle mi vaso con agua. ―Voy a colocar mi mano en tu cintura. ―fruncí el ceño de pronto sorprendido y antes de darme un momento para comprender lo que ocurría su mano me giró colocando sus dedos sobre mi cintura al mismo tiempo que un dirigente importante y su hijo omega se paraban delante de nosotros.

Call me yoursWhere stories live. Discover now