Выборы

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Las elecciones se acercaron a un nivel abrumador. Dejándonos sin tiempo de hacer el ansiado viaje a Francia. Hoy día, cinco candidatos combaten contra su servidor por convertirse en el presidente. Todos ellos han pasado por distintos puestos, han sido amables, han sido corruptos. Lo que no saben es que llene el Internet con sus crímenes. Incluso el error más antiguo o insignificante los pondrá en una decisión difícil. Lo cual me da una ventaja abrumadora.

-Me gusta como suben esos números.

Dijo Pavel, con el cual nos reconciliamos, mirando la pantalla en el que los votos son anunciados. Con cada segundo cada contrincante pierde o gana tensión. Dependiendo del aumento o disminución del votos hacia su persona.

-¿Que se siente saber que tu esposo es el futuro presidente?

Pregunte mirando al omega que descansaba sobre mis piernas. La distancia entre los votos cada vez se volvía insuperable. En tan solo unos minutos acabarían los conteos y el ganador será declarado.

-Amigo, espero que no te olvides de nosotros.

Pidió Taras, señalando a Iván y George. Con una sonrisa respondi y seguí mimando al pequeño bebé que sobre mi omega jugaba. El tiempo seguía corriendo y un candidato en específico se iba acercando, Marcus Smith, el ,as grande enemigo de nuestra familia. Aún no entiendo como ntro a nuestra política, pues aunque su madre sea rusa, su nacionalidad sigue siendo americana.

-Cuando lo vea lo castraré.

Amenace mirando la pantalla con odio. Si es americanito, se atreve a ganarme me encargaré de que sufra las consecuencias.

-No te preocupes, falta un minuto, dudo que te alcance.

Dijo el omega consolando mi enojado ser. Con un sonrisa le di un tierno beso que nuestros labios rogaban tener. Sus palabras fueron exactas, el minuto pasó y el presentador de televisión se dedico a alabarme.

-Señor Lermontov, tenemos que apresurados para que haga su juramento hoy mismo.

Hablo el guía de esta travesía, mi querido abogado. Con rapidez el auto arranca y detrás mi querida familia y los metiches nos siguen de cerca. En treinta minutos ya estamos allí, la televisión en vivo comienza a transmitir mis palabras, mis promesas que luchare por cumplir hasta el final y claro mis votos. Es como si me casara con el país.

-¡Aquí! ¡Ante todos nosotros el nuevo presidente y la primera dama de nuestro país! ¡Rusia!

Exclama el periodistas con un animo atroz. Como si fuera la final de un deporte. Aunque dándole poca importancia, mire a la persona a mi lado que observaba sonrojado la multitud. Con una sonrisa me acerco y beso su frente agarrando su mano y levantandola junto a la mía en señal de unión. Con mi acción las buyas no tardan en aparecer dejando un eco interminable en mis oídos. Cuando por fin se nos permite bajar de la tarima lo periodistas no tardan en acercarse para buscar su jugosa noticia.

-Felicidades. Tienes suerte de que nos enteramos tarde de todas las atrocidades que vendiste a la prensa.

Hablo Marcus con enojo.

-Eso a lo que llamas "atrocidades", fueron y son tus acciones, no las mías, Marcus Smith.

Digo recalcando su apellido extranjero.

-Esto no se quedará así Aleksander.

Hablo.

-Ahi tienen su noticia jugosa, ahora déjenme ir a descansar. Ha sido un día difícil.

Ordené. Con gratitud se alejaron y acercaron a los demás combatientes. Los cuales luchan por volver con sus familias.

-Felicidades.

Murmura Étienne sonriendo.

-Sabes que esa simple palabra no es suficiente.

Le recuerdo. Con un leve sonrojó camina a mi lado hacia el auto. En el cual Caesar nos espera con un rostro realista y sincero.



Peligro RusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora