Curiosidad y protección

95 17 6
                                    

La tortuga más joven saltaba de árbol en árbol para tener una mejor vista de su paisaje, al mismo tiempo que llegó a los límites que le dijeron sus hermanos. Podía ver el pueblo y algunos humanos que se encontraban trabajando en su día a día.

En el suelo pudo ver a unos cuantos infantes jugando en las orillas de la división del bosque con el pueblo, su curiosidad de querer conocer más a los humanos estaba en su mente y planeaba ir a verlos más de cerca, preparándose para saltar al césped.

—  ¿A dónde crees que vas? — le jalaron de las colas de su bandana.

Uno de sus hermanos lo había seguido porque conociéndolo, el querer acercarse a la gente era algo que siempre le recordaban que no hiciera.

— Eres un aguafiestas Rapha — reclamo el menor cruzándose de brazos.

— ¿Cuántas veces te hemos dicho que no te acerques a ellos? — le regaño el rojizo.

— Desde que tengo memoria !toda la vida! — exclamó enfadado el pecoso.

— ¿Porque Leo si pudo hablar con ellos y nosotros no? — se quejo de que el mayor de los cuatro haya conocido a la gente.

— En primera nosotros vivíamos tranquilos hasta que ellos decidieron establecer su lugar aquí — contesto con algo de odio al recordar cómo llegaron cortando árboles de su hogar.

— Segunda aunque hayamos tenido un tratado de paz aún hay humanos crueles — también recordó como algunos trataron mal a sus animales de campo provocando que ellos mismos les dieran escarmientos en las noches después.

— Y en tercera porque eres demasiado inocente, lo que no queremos es que alguien te haga daño — esto último lo dijo preocupado poniendo una mano en el hombro del menor.

— No me pasará nada si los tengo a ustedes — Mikey abrazo por sorpresa a su hermano para calmarlo.

Desde que la gente del pueblo se estableció sus hermanos aumentaron su sobreprotección en con él, no le permitían acercarse al pueblo de día. Y las veces que ha intentado establecer contacto con los humanos terminaba siendo arrastrado devuelta a su árbol hogar.

Había insistido tanto a su familia en que quiere por lo menos ver el lugar de cerca, los tres lo hablaron y quedaron en acuerdo de ir cuando la oscuridad del cielo los cubra. Nadie se quedaba despierto tan noche y ellos pueden explorar el lugar de cerca sin preocuparse que su hermanito haga contacto con la gente.

Pero debido a que a veces los cuatro se tomaban la molestia de arreglar algunas cosas y cuidar a los animales. Una noche que ellos fueron por petición de su hermanito vieron algo nuevo, una especie de pequeño templo con algunos obsequios.

Pronto Leonardo entendió que esa fue la manera que el líder del pueblo decidió darles las gracias por dejarlos vivir tranquilos. Al principio si pensaba echarlos del bosque, pero como le pidieron una oportunidad de solo tomar lo necesario decidió aceptar.

Claro que al más rudo de los hermanos no le agrado esa decisión, es por eso que siempre se ponía alerta en caso de que un día decidan intentar dañar a su familia, no le importa acabar con todos del lugar de ser necesario.

— Claro que no, siempre estaremos contigo — fue su respuesta igual correspondiendo el afecto.

Pronto los separó viendo seriamente al más bajo entre ellos, haciendo que este tiemble un poco por su acción.

— Pero aún así has desobedecido, y como castigo me comeré eso que le llaman chocolate que recogimos anoche — fue su respuesta comenzando a irse a su hogar.

— ¡Oye! No es justo hay suficiente para todos — reclamo el pecoso yendo tras su hermano.

Por la mente de Raphael agradeció que su pequeño plan funcionó de poder alejar a su hermanito de los límites que establecieron, vio de reojo que este le seguía suplicando no comerse el regalo que dejaron.

Al llegar al árbol donde crecieron rápidamente tomo la bolsa donde estaban los llamados chocolates, vio que Mikey llegaba y al tratar de quitarle la bolsa solo estiró su brazo dejándolo fuera del alcance del menor.

— ¡Dámelo! — lo pidió mientras saltaba tratando de llegar a la bolsa.

— Lo voy a pensar — contesto haciendo una cara de estar negociando si de verdad lo merece.

— Te prometo no acercarme de nuevo pero dame uno porfis ¿Si? — ahora el pecoso junto ambas manos pidiéndolo.

No sin antes hacer su mirada de cachorro triste, siempre se los hacia a sus hermanos cuando quería algo y siempre funcionaba.

— Está bien enano, pero solo uno. Solo si prometes que no irás allá a menos que estés acompañado por alguno de nosotros — le propuso.

— Trato — se abalanzó al regazo del rojizo.

Esa acción lo tomo por sorpresa haciendo que acabe tropezando con una de las ramas del árbol haciendo que ambos cayeran, en venganza Rapha estrujó entre sus brazos a su hermanito dándole un ataque de cosquillas.

Su momento fue interrumpido cuando escucharon las voces de sus otros hermanos, quienes habían regresado de pescar lo necesario, Mikey rápidamente se levantó para ayudar a Donnie en poder preparar la pesca.

— ¿Volvió allá verdad? — preguntó Leonardo una vez que estuvieron a solas.

— Casi se presenta con unos niños, desde que supimos que está cada vez más cerca de ellos ahora es complicado no dejarlo solo — respondió el rojizo.

— No confío al cien en ellos, no sé que pasaría si llegan a romper nuestro trato — dijo en tono molesto el azulado.

— Yo si, creeme que no será bonito para ellos — fue lo único que recibió antes de ver a los demás reunirse en la fogata recién encendida.

— Yo si, creeme que no será bonito para ellos — fue lo único que recibió antes de ver a los demás reunirse en la fogata recién encendida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Sigo viva v: no no se asusten no pienso abandonar está historia.

Cómo esto tiene dos puntos de trama, porque claro una cosa es la versión de gente y otra el punto de vista de nuestros Protas.

No pondré más detalles porque quiero que ustedes armen el rompecabezas con lo que voy dejando.

Tomen agua, coman bien y duerman sus 8 horas (y yo ni lo hago v: )

Brokens Souls  (Tmnt)Where stories live. Discover now