Calma antes de la tormenta

59 19 5
                                    

Hace mucho en la zona oeste del bosque, se encontraba una cabaña donde habitaba un retirado maestro de las artes marciales, este nunca se casó y decidió pasar lo que restaba de vida en la naturaleza en paz y tranquilidad.

Le gustaba escuchar el canto de las aves, ver algunos venados pasar y el color verde de la vida en el bosque.

Recientemente había terminado de hacerse una merienda, dejo el pan de almendras recién salido del horno en el barandal.

Se regresó a la cocina para buscar un poco de café para acompañar su creación, al salir con la taza la asentó en la mesa y al voltear se dió cuenta que el plato estaba vacío.

Pensó que algún animal lo habría tomado, busco con la mirada hasta que noto un pequeño rastro de las migajas, lo siguió y estos guiaban hasta un arbusto.

El cual se asomó desde arriba y noto una pequeña criatura quien degustaba su merienda robada. Por su aspecto supo que era un kappa.

— ¿Quien eres pequeño? — al preguntar solo provocó el susto en la criatura.

Este le dió una rápida mirada y al ver a un humano muy de cerca se echó a correr pidiendo ayuda a sus hermanos, debido a la diferencia de edad fue más rápido en escapar.

— No estoy enojado, tómelo como una ofrenda — exclamó alzando la voz.

A los pocos minutos vio como nuevamente la criatura salía de su escondite, el adulto mayor se arrodilló y tomo lo que quedaba del pan para ofrecerlo.

El menor se acercaba a paso lento hacia el anciano, este vio sus características. Piel verde y clara, unos ojos azules cielo, en sus mejillas adornaba unas curiosas pecas.

— ¿Eres un kappa que cuida del bosque? — preguntó cuando la tortuga tomo el pan para darle una mordida mientras asentía.

— Mis disculpas por perturbar su paz, pero no estoy aquí con malas intenciones — se disculpo por si su mudanza a vivir ahí provocó que llamara la atención.

— ¿No dañarás el lugar? — preguntó el pecoso.

— No estimado kappa — se inclino en respeto el adulto para levantarse del pasto.

— ¡Mikey! — escucharon una voz del interior del bosque.

— Mis hermanos, les diré que no eres peligroso para que no lo intenten sacar — aviso el infante para volver a dónde lo llamaban.

Ese día marco un antes y después. Después de la primera visita del kappa, uno a uno los proyectores del bosque lo observaron desde su distancia.

El anciano dejaba todas las noches algo nuevo cocinado para ellos, los cuales poco a poco fueron confiando en el. Hasta que finalmente los otros tres decidieron presentarse.

El mayor noto que ellos no estaban muy preparados para su responsabilidad, en ese entonces seguían siendo niños. El más enojón de los cuatro lo cuestionó e intento atacarlo.

Pero solo termino siendo derribado en el suelo, a pesar de su edad aún podía moverse cuando sea necesario en atacar o defender.

Les ofreció enseñarles las artes marciales, al inicio el mayor de los cuatro rechazo y se llevó a rastras a sus hermanos.

Pero después de tanta insistencia del más pequeño y de ir a buscarlo cuando se fue a comer de las ofrendas que dejaba el adulto, decidió aceptar. Solo lo hacía para que su familia pueda protegerse.

Brokens Souls  (Tmnt)Where stories live. Discover now