capítulo doce.

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Taehyung se acostumbró, y dejo de sorprenderse con las maravillas materiales que Jungkook poseía, por eso en cuanto ante sus ojos apareció un gran yate color blanco, el en el cual ambos subieron para la ultima sorpresa por parte de Jungkook.

Además de ellos, dentro del barco estaba el capitán, y por lo que vio, dos hombres de seguridad, los cuales se esforzaban por ser invisibles para la comodidad de la pareja.

Una vez ambos entraron, lo primero que hicieron fue darse una ducha por separado y vestirse para la cena que tendrían, Jungkook le explico a Taehyung sus intenciones, este estaba emocionado, todo el día Jungkook le había sorprendido increíblemente, sabia que esta no sería la excepción.

Todo lo que ha sentido ese día, todo lo que ha vivido, lo que a disfrutado, aun no logra asumir el gran giro que dio su vida, el pasar de él obligándose a estar siempre ocupado para no pensar en fantasías, a vivir una fantasía maravillosa que jamás podría haber imaginado ni en sus sueños.

Maldición, estaba en Santorini, en el mar, en un yate con un hombre tan hermoso que lo trataba como si fuera una joya desconocida y única, ¿Cómo siquiera podría comparar eso?

— cariño –escucho como Jungkook tocaba la puerta sin entrar— ¿estas listo? ¿puedo entrar?

El castaño sonrió con cariño —adelante, ya terminé de vestirme.

Jungkook entro, luciendo un hermoso traje negro, viéndose tan varonil, elegante y dominante, su mandíbula marcada, su cuello, sus hombros, su hermoso rostro, su cabello azabache perfectamente peinado, Taehyung tuvo la necesidad de cerrar las piernas.

El hombre con una sonrisa se acerco a la esquina de la cama, donde su chico estaba sentado, abrochando sus zapatos. Sonriendo, se arrodillo para terminar él mismo esta tarea.

— te ves hermoso, cariño.

Taehyung sonrió mientras acariciaba el cabello de su novio. Taehyung lucia un hermoso conjunto, un pantalón blanco holgado, pero que acariciaba de forma esplendida sus caderas y trasero, hacia arriba, una camisa del mismo color, esta teniendo una abertura desde su cuello hasta la mitad de su pecho, dando una vista clara de sus clavículas, y si realmente se concentraba, en sus pezones.

— tú estas muy guapo –dijo, viendo a Jungkook esta vez hacia arriba cuando este se levantó— ¿ya me dirás que estas planeando? ¿o seguirás siendo misterioso?

Jungkook sonrió hacia su chico, mientras con cuidado ponía sus manos en las mejillas contrarias, evitando dañar el leve maquillaje que este se había puesto, admirando y sintiéndose honrado de que Taehyung se haya arreglado de esa forma y le dejara contemplarlo.

— ya todo está listo amor –dijo, ofreciéndole su mano— ¿vamos?

Entre miradas juguetonas, ambos comenzaron a caminar hacia lo que parecía ser la parte delantera del barco, Taehyung estaba emocionado, no sabia ocultarlo y esto le encantaba a Jungkook, se veía tan feliz y emocionado, y el azabache estaría más de honrado de sorprenderlo cada día de su vida para ver esa hermosa sonrisa y esa traviesa emoción.

Cuando estaban a punto de llegar de detuvieron, el ceño de Taehyung se frunció ante esto y un puchero involuntario se instalo en sus labios, el pelinegro beso esto y sonrió ante de responderle.

— quisiera que me dejaras sorprenderte –dijo, sacando un antifaz de su bolsillo— ¿confías en mí?

Taehyung le devolvió la sonrisa, girando sobre sus pies, dándole la espalda, al contrario, un jadeo involuntario salió de sus labios en cuanto sintió como la tela cubría sus ojos y era amarrada con delicadeza sobre sus cabellos.

Trato -kooktae-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora