LAS BESTIAS

FINAL PRESENTACION DE JUNGKOOK (PARTE I)

Horas restantes para la presentación de Jungkook. 10 Horas.

Jungkook era abrazado por los fuertes brazos de Taehyung, que cada que el pelinegro se movía era mas aprensado por ellos. Quería sentirlo, Taehyung a pesar de que sabia que todo saldría bien, tenia tanto miedo de perder a Jungkook.

Jungkook abrió los ojos levemente y miro el reloj que daban las dos de la mañana, se removió despacio, pero Taehyung no lo dejaba escapar de sus brazos.

Jungkook volvió a cerrar los ojos, esperando reconciliar el sueño, pero esto no era posible, su cuerpo se llenaba de miedo, no quería que pasara algo en el transcurso de la presentación, no quería que hubiera esta lucha de clanes, pero parecía que Mina iba muy enserio.

Taehyung sintió el cuerpo rígido de Jungkook, y abrió los ojos para mirar el ceño fruncido y sus ojos cerrados de Jungkook. Con calma acerco su rostro y dejo algunos besos en las arrugas de su frente que se hacían al fruncirse.

—¿No puedes dormir? —Susurro Taehyung, hacia el chico. Jungkook se removió para ver a su novio.

—No, tengo una mala corazonada y no quiero sentirla. —Susurro el pelinegro, mirando a su pareja.

Taehyung dejo de abrazar a Jungkook y prendió su lampara que estaba aun lado de su cama, mirando al chico que se levantaba levemente de la cama.

Taehyung tomo despacio el rostro de Jungkook y dejo besos por sus mejillas, su nariz, y se detuvo en los labios, mirando a los ojos a su pareja.

—Te prometo, que nadie te va tocar. Así tenga que asesinar todo un clan, tu jamás serás tocado por nadie. —Susurro en un tono lastimero Taehyung. Mientras tomaba la nuca de Jungkook y capturaba los labios del pelinegro.

El cual enredo sus brazos alrededor del cuello de Taehyung. Las respiraciones se mezclaban levemente. Taehyung tenia al pelinegro, como en otras noches, y no quería hacer esto, como si fuera una despedida, pero si lo fuera. Quería por lo menos despedirse de la manera correcta.

No sabia cual de los dos se iría, Taehyung deseaba que fuera él, que fuera por matar a Mina, no quería que a su pequeño conejito le pasara algo.

Con movimientos lentos y nada bruscos, deslizo sus manos por los hombros de Jungkook, parecía tener mas musculo del que normalmente mostraba el pelinegro.

Fue bajando hacia su cintura, si no había algo que matara a Taehyung era la cintura del pelinegro, en verdad que amaba esas curvaturas que se formaban en el cuerpo de Jungkook. El chico soltó un pequeño jadeo hacia la intromisión de su pareja en tomar el pequeño dobladillo de pijama e ir alzando levemente esta, para poder sentir su abdomen.

Un abdomen cálido y suave, deseando que en algunos minutos se contraerá en el placer, Taehyung de solo pensar eso lo hizo tomar un ritmo mas acelerado en tomar los belfos del contrario.

Lamiendo y mordiendo, delineando aquellos belfos suaves y esponjosos que tanto le agradaban, esos labios sabor fresa que lo volvían loco.

Jungkook se estaba dejando llevar por los toques y caricias del pelirrojo, deseando que fuera mas allá, que le quitara la playera de dormir, que no fuera suave, quería que fuera rudo, que tomara esa parte dominante que tanto demostraba hacia todo aquel que intentaba lastimarlo.

Taehyung se separo de Jungkook para poder mirar al chico, sus ojos brillos e idos, esperando por más. Su ansia de seguir con lo que llevaban tiempo esperando.

Con sus dedos delgados y agiles, Taehyung tomo la playera de Jungkook y la quito de su cuerpo, el pelirrojo miro el tan bien marcado cuerpo del otro, como es que Jungkook era tan perfecto, su piel no demasiado pálida, pero no tan morena, una mezcla especial que lo hacia querer morderlo y marcar cada centímetro del chico.