Marta estaba sentada el sábado a primera hora en su oficina. Tecleaba en el ordenador algunas directrices que pensaba presentar como propuesta el día lunes, frente a sus hermanos y su padre. Había estado hablando por mensaje de texto con su primo Joaquín toda la mañana, pidiéndole que hiciera algunas averiguaciones por ella. Bebió del vaso térmico de café que había pillado en el camino, el mejor café de la ciudad por supuesto. Su hermano Andrés entró a su oficina sin golpear.
-Buenos días, hermanita.
Marta levantó la vista unos segundos, pero siguió a lo suyo de inmediato.
-Buenos días.
-Últimamente, estás bebiendo más café que nunca – comentó su hermano, tomando el vaso térmico –. Debe ser realmente el mejor de la ciudad, como dice padre.
Marta suspiró y lo observó. Le hizo señas para que dejara el vaso y su hermano obedeció.
-Pásate y compruébalo – le dijo simplemente. Siguió a lo suyo, pero notaba a Andrés quieto sin decir nada, pero sin marcharse tampoco - ¿Qué quieres?
-¿Qué te propones, Marta?
La rubia se abstuvo de teclear para responderle.
-Tomar mi café y trabajar.
-Con las especificaciones que le pediste a Joaquín – aclaró el hombre de inmediato –. No hace falta que te hagas la tonta, sabes que he venido por eso.
-Veo que todo pasa por ti en operaciones – comentó Marta.
-¿Preferirías que pasara por Jesús? – quiso saber su hermano menor.
Marta suspiró con cansancio.
-Sabes que no, pero tampoco quiero gafar mi propuesta contando nada antes de tiempo – le explicó.
-¿Por qué esas especificaciones? – insistió su hermano.
-¿Y por qué no?
-Porque significa no solo una interrupción de producción, sino un ajuste que nos dejaría costes que no estaban previstos, Marta – argumentó Andrés –. Y, sinceramente, no estamos para recargar los costes de esa manera.
Marta le observó un momento. De los de la Reina, Andrés era el más creativo y también uno de los pilares que confiaba de su lado en lo que a la empresa se refería, no solo porque su relación con Jesús era tensa como la de ella, sino porque ella y él siempre habían sido mucho más cercanos. Pero entendía su temor. Era una idea un tanto complicada para completar en unas semanas.
-¿Y si te dijera que podríamos obtener un 40% más de lo proyectado en la previsión original? – le cuestionó Marta.
Andrés pestañeó.
-¿Sobre costes?
-Sí, margen de beneficio.
-¿Has hecho las matemáticas? – quiso saber su hermano.
-Anoche – le dijo ella –, y esta mañana las comprobé al llegar al despacho.
-¿Margen de error? – preguntó Andrés.
Marta suspiró.
-Cinco por ciento, como todo en estas cosas – contestó con cansancio -. ¿Por quién me tomas? – desaprobó a la pregunta con la cabeza –. Lo que necesito es saber si, operativamente, es posible.
-Lo es, al menos eso creo yo, y Tasio prevé que podría tener las máquinas funcionando con los ajustes ya programados para el miércoles que viene – Andrés hizo una pausa reflexionando –. Si funciona es un batacazo – le comentó -, pero si no...

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Dulces Sueños (o Sueños Dulces...)
FanfictionAmbientada en 2024, esta historia #MAFIN es una readaptación de la belleza creada por Antena 3, con menos conflictos sociales y más de otras cosas. Mejor pasarse y leer.