🌩 Capítulo 20 🌩

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Narrador omnisciente

I Did Something Bad - Taylor Swift

    El chico se lanzó a la cama como si fuese de plumas, irritando así a la chica. Finalmente ella cedió a reírse cuando él llegó a su lado para hacerle cosquillas. Tuvo que apagar el cigarrillo y centrarse en el pelirrojo, teniendo claro que no se iría de su habitación hasta que tuviese su atención.

Oliver se definía así: amaba ser el centro de atención, creerse dueño del mundo, y saber que por su privilegio de riquillo guapo podía vivir en su propia nube donde todo le pertenecía, incluidas las chicas más atractivas del campus.

Layla ya conocía tanto de él, que incluso se dio cuenta de que algunas de sus exnovias habían sido amoríos del pelirrojo. Tenían tanto en común. Pero esto a ella no le molestaba, puesto que por ninguna exnovia sintió más que esa atracción sexual que se evaporó rápido.

Utilizar.

Aburrirse.

Desechar.

Tres palabras que acompañaron la ideología de Layla durante toda su vida. La misma mentalidad del chico.

—¿Ya me dirás para qué coño has venido?

—Joder, criatura, si hasta parece que no quieres tenerme en tu cama.

—Cuando tengas tetas, tal vez te deje estar aquí.

—Si yo tuviese tetas serían mi juguete antiestrés, no mi boleto de entrada al cuarto de una pervertida.

—Oliver, céntrate y suelta la sopa.

—Vaaale.

—¿Y entonces...?

Se quedó dudando.

El chico desde hacía días comenzaba a atormentar las tardes de Layla. Pese a las tantas veces se repetía aquello, continuaba sin saber por qué él acudía a ella en vez de a su mejor amiga, Barbie.

Podía ser porque la muñeca ocupaba la mayoría de su tiempo con Nils, por supuesto. Y parecía ser que a ninguno de los dos le agradaba ese hecho, sobretodo a Layla, porque por mucho que intentase llamar la atención de la rubia, le seguía resultando imposible si ella siempre se excusaba con deber ir al spa, alguna fiesta privada o alguna quedada con Nils.

Era lógico el resumen: Barbie no quería asistir a esas citas con Layla.

Qué molesta situación.

Entonces, ¿cómo podía ella actuar?

Era difícil conquistar a quien parecía estar siendo hechizada por los encantos de Nils Sheldon. Él poseía muchísimos defectos, una pésima reputación y, sobretodo, un pasado tan horroroso y complicado como su presente. Sin embargo, Layla era consciente de que su mejor amigo lograba ser increíble en todo lo que se proponía.

Eso le causaba tanta envidia a Lay.

Ojalá ella ser tan capaz de cualquier cosa...

—¿Hola? ¿Tierra llamando a Layla?

—Hola.

Salió de su inundación de pensamientos por un rato. Se sentó en la cama luego de que Oliver lo hiciese y apoyó la cabeza en su hombro. Ella adoraba cómo olía su perfume. A él no le incomodó tenerla tan tranquila y recostada.

—Necesitaba hablar con alguien de confianza —expresó, jugando con sus rizos rojos.

—¿Y terminaste acudiendo a mí?

Barbie y el NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora