🎀 Capítulo 31 🎀

399 42 38
                                    

Capítulo dedicado a Jhusleiby, una fiel lectora a la que le agradezco un montón🫶🏻

A ese hombre le quiero besar la tristeza y el miedo para ver si entiende que lo quiero por lo que es y no por lo que pueda esperar de él.

Elena Poe.

Barbie Robbie

—Y... ya hemos llegado a mi humilde morada. Aunque... más bien hace unas horas era negra.

Nils me observó como si se me hubiese ido la olla, frunciendo el ceño y procediendo a repasar el salón.

—¿Negra? Imposible que este piso tenga siquiera un rincón oscuro. Míralo, es... minimalista y... ¿Sisu?

—¿Sí?

—¿Eso es otro póster de Ken semidesnudo?

—Eh... No.

—Sí, sí lo es. Joder, eres una pervertida.

—Pervertida sería si lo viese todos los días, tontito, pero ni siquiera lo recordaba. Es más, ¿quién es Ken si no eres tú?

—Un paquete como el que se le marca no se le olvida ni al hombre más hetero, así que no me la creo.

—¿Qué has dicho?

—Que te creo, cariño.

—Ajá...

Cerré la puerta tras mi espalda y suspiré sonoramente, contemplando el lugar donde me había metido. Ajá, sospechoso, todo como cuando Silvi solía habitar: muebles de tonos beige, las mismas lámparas de siempre pero con estampados coloridos, y la puerta de la habitación abierta para que se viese bien en grande mi nuevo póster de Ken.

Que no es que yo fuese fan de Ken, es solo que... Pasemos a otro tema.

Mi corazón de pollo se aporreó allá dentro con solo hacer navegar la idea por mi mente de que Silvana hubiese vuelto. La muchacha me hacía el día con sus "holis" y sonrisitas a la pantalla cada que veía las novelas turcas que le encantaba contarme. Ah... quería verla.

—Algún día le preguntaré qué brujería utiliza para cambiar todo de color —murmuré, distraída—. La utilizaría con mi pelo. Un azul me quedaría fenomenal. ¿Tú qué opinas, nerd?

—¿Azul en el pelo? No lo sé, no te pegaría ser una esquizofrénica.

—Me vería como una diva, estoy segura.

—Ya eres una diva y no tienes ningún tinte encima.

Mis cachetes reaccionaron antes que yo ante ese comentario, he de admitir.

—Igual... prometo que algún día me vas a ver con el cabello así. Es un spoiler. Te seguiré gustando como sea, ¿verdad?

Nils se limitó a quedarse en silencio, escaneándome con la mirada tal y como yo hice con él. La camiseta no ocultaba para nada sus brazos tan marcados por ejercicio como por moretones, y pensé por mis adentros que aquello me gustaba más que las camisas de cuadro que tapaban sus hombros repletos de pequitas.

Barbie y el NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora