Capítulo 41: Zhanghao

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Hanbin no entró en el elevador.

—Tengo algo más que hacer —dice. Hay una manera oscura y seria en cómo él está ahora. Nunca noté lo mucho que se encorvaba hasta que estuvo de pie con la espalda recta. Antes, yo sabía que era el líder destinado de esta nave simplemente porque Doc y Phanbin me dijeron que él lo sería. Ahora lo miro y puedo ver el determinado líder en su interior.

Una parte de mí quiere quedarse aquí, en este nivel, y proteger a mis padres de quien sea lo suficientemente inteligente como para desconectar a la gente congelada mientras todos nosotros estamos aquí abajo en el mismo nivel, pero puedo ver que Hanbin necesitar estar aquí abajo por sí mismo, para cualquier propósito, y confío en él para proteger a mis padres.

—Hanbin, creo que deberías regresar con nosotros, encontrarte con Phanbin —dice Doc.

—Oh, voy a encontrarme con Phanbin —dice Hanbin, y alarga su mano para presionar el botón del elevador para Doc, y se echa para atrás mientras las puertas se cierran. Antes de que se cierren del todo, él se gira para alejarse del elevador y camina con pasos firmes por el pasillo.

—Creo que su estupidez está creciendo, ¿no? —dice Jiwoong en un tono conversación. Él está muy alegre para alguien que acaba de arrojar un cuerpo al espacio.

Doc aclara su garganta.

Cuando el ascensor se detiene, Doc se marcha molesto. Lo observo, esperando que presione el pequeño botón detrás de su oreja izquierda y chismee con Hanbin, pero no lo hace, sólo sigue caminando.

—¿Quieres regresar a la Ward? —pregunta Jiwoong, haciendo una bromista reverencia como caballero.

—Quería ir al jardín que Hanbin me mostró —dije.

—Oh, ¿él te mostró el jardín? —Una sonrisa de medio lado cruzaba el rostro de Jiwoong. Comenzó a dirigirme hacia el pasillo.

—Esto debe ser raro para él —dije—. Es el más joven en la nave, pero también es una especie de líder. No sé si yo podría decirle a un adulto qué hacer y esperar que lo haga.

Jiwoong me miró por el rabillo de sus ojos. —Eres extraño, pececillo.

—¿Cómo así? —Sonreí de regreso, dispuesto a seguirle el juego.

—Estás pensando en cuán raro es esto para Hanbin. Pero tú eres el pez fuera del agua en esta nave.

Resoplé. —Debe de ser más fácil para Hanbin que para mí. —Un inesperado arranque de lágrimas ardía en mis ojos. No tenía intención de decir algo tan cercano a la verdad.

Cuando llegamos a las puertas del vestíbulo, Jiwoong las abrió para mí, y di un paso hacia la fresca luz solar y olor a la hierba después de una lluvia ligera.

Y el sudor, almizclado con el olor del sexo.

—Maldición. Olvidé la Temporada por un segundo —dice Jiwoong mientras hay una pareja medio desnuda frente a él, tan distraídos en sus autoqueteos y un beso apasionado que no notan a Jiwoong de pie aquí—. Regresemos adentro.

—Vamos, nos alejaremos de estas áreas bulliciosas. No creo que pueda soportar estar dentro más tiempo. —Creo que nunca me gustarán los espacios cerrados otra vez. Cuando era más pequeño, antes del congelamiento, nunca sentí claustrofobia. Ahora, incluso aquí, en el borde del jardín, afuera, siento mis pulmones contrayéndose en busca de aire, y la visión de mis dedos en las paredes me estresa constantemente. Cierro mis ojos. Si me permito pensar en esto, esto es mucho, mucho peor.

—La luz es buena aquí afuera —dice Jiwoong mientras comenzaba a bajar el camino lejos del Hospital—. ¡Mierda, desearía tener mis pinturas!

Reí. —Adelántate. Ve por ellas. Esperaré aquí.

A través del universo - Haobin ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora