-𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐘 𝐅𝐈𝐕𝐄-

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La hora del ruiseñor estaba entrando por todo King's Landing. La servidumbre de la cocina apenas iniciaban sus labores, al igual que los del hogar de la familia real.

Ese día iba a ser de cambios indicados por su majestad, el rey Aegon, y la reina viuda Alicent. Las nuevas banderas iban a alzarse por todo Red Keep, todos los trabajadores vestirían los colores de la casa y las habitación serían reordenadas. Pero, el sol apenas estaba empezando a alzarse.

Unos fuertes golpes a la puerta de los aposentos de la hermana más joven del rey, la hicieron despertar de su sueño, del que tanto le había costado lograr.

Visenya se puso de pie, se coloco unas zapatillas y tomó su bata para cubrirse del frío. Se adelantó y tomó la espada que tenía recargada en la pared como una medida de seguridad, por si acaso. Seguía adormilada y la luz del amanecer era muy escasa para alumbrar su habitación, así que tomó una pequeña vela y se colocó enfrente de la puerta, escondiendo por detrás el arma.

—¿Quién es..?— preguntó la princesa al seguir escuchando los golpes

—Ser Arryk Cargyll, princesa— contestó la voz detrás de la puerta —El rey Aegon me pidió que la escoltara al salón del consejo—

—¿Le ha dicho para que?— volvió a cuestionar, dejando la espada y acercarse a la puerta

—Al parecer el príncipe Aemond a vuelto dé Storm's End—

—¿Y dónde está Ser Criston?— preguntó de nuevo, dudosa de la presencia del caballero —Es él, el que siempre me escolta—

—No poseo esa información, mi princesa— respondió sin dudar el caballero

Visenya dudo por un momento y luego dio un golpe a la puerta, dándole permiso al hombre para abrirla. Ser Arryk hizo caso y solo abrió un poco la puerta, permitiéndole salir en silencio.

—La próxima vez me gustaría ser avisada con más tiempo de antelación— indicó Visenya, subiendo por encima la bata que cubría su camisón. Se dio cuenta que el caballero la observó de arriba a bajo, tal vez impresionado por su silueta, algo que la incomodó y la hizo apretarlo aún más a su cintura —Entonces, ¿va a escoltarme?—

—Ha.. claro, princesa— pronunció sorprendió, sus mejillas se ruborizaron levemente por la vergüenza del momento. Parecía todo un pervertido —Princesa..— dijo alzando su mano para cederle el paso, algo que con todo gusto hizo sin rechistar

—Si no fuera porque viví durante años aquí, podría jurar que es su hermano— dijo Visenya, tratando de iniciar una conversación con el caballero que estaba a pocos pasos de ella, escuchó como Arryk gruñía y apretaba el agarre a su espada, pero no se inmutó en detenerse —Pero claro, usted apoya a mi hermano y él a mi media hermana. Que irónico, ¿no lo cree?—

-𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔- | 𝘑𝘢𝘤𝘢𝘦𝘳𝘺𝘴 𝘝𝘦𝘭𝘢𝘳𝘺𝘰𝘯  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora