clases de skate

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Aún no íbamos a abrir, pero abrí para coger dos coca colas. En cuanto las cogí, salimos fuera y caminamos hasta llegar a un descampado.
-Me gusta tu voz, mucho, cantas muy bien- dijo mientras nos sentábamos en el suelo.
-No es para tanto, es normalita.
-No, enserio, es genial, me encanta.
-Ay que vas a hacer que me ponga roja jo
-Ya lo estás, llevas un rato- dijo riéndose.
Mierda, llevaría así desde que lo ví.
-Tengo una canción
-Me gustaría escucharla
-No está terminada, y tampoco llevo mucho, no es nada.
-Eso de que no es nada lo decidiré yo.
Nos sonreímos mutuamente y empecé a tocar.
-¿La has escrito tú? Me encanta
-Sí, bueno, la empezamos mi madre y yo...
-Seguro que estaba muy orgullosa de ti
-Seguro que sí, dice que siempre he sido su único motivo de vivir junto con mi hermano, y bueno, ahora...- no terminé de hablar cuando empecé a llorar, no podía evitarlo.
-Ay no Olga, lo siento mucho.
Me abrazó y yo le abracé a él más fuerte, necesitaba un hombro sobre el que llorar, él era el mejor, sin duda.
Cuando me tranquilicé un poco gracias a él, le di un abrazo fuerte.
-Gracias
-No tienes que darlas, estoy para lo que quieras
-Pero es que estoy sola, y tu compañía es muy importante para mí, gracias de verdad
-Ey, escúchame, nunca estarás sola- dijo mientras me miraba a los ojos.
Su mirada era sincera, lo sentía.
-Bueno, vamos a olvidar todo esto vale ¿y esas coca colas?- dijo intentando sacarme una sonrisa lo cual funcionó.
-Aquí están señor Bradley.
-Me gusta eso- dijo entre carcajadas.
No pude evitar reírme, su risa era muy bonita.
Cogí las dos botellas y las abrí con el abrelatas que siempre llevaba encima. No sé por qué lo llevaba, supongo que la costumbre.
-Uouououo qué fuerte estás tú ¿no?
-Demasiado, la duda ofende- dije yo.
Cuando abrí las botellas, una de ellas se había movido algo por lo que nos mojó la cara a los dos.
-PERO OLGA CONTROLA TU FUERZA JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA- dijo sin poder parar de reírse.
No podíamos parar de reírnos, estábamos mojados por mi culpa.
-Uy lo siento mucho señor, mis más sinceras disculpas, no era mi intención.
-Eso está mejor señorita, ahora vuelva al trabajo y deje el cachondeo para más tarde
-Debería cambiarse, está mojado- dije riendo.
-Lo que tú quieres es verme sin camiseta eh eh que te he pillado
-Es verdad, me has pillado oops
-Lo sabía
-Tonto
Se me quedó mirando fijamente a los ojos, esos ojos brillantes tan bonitos. Las gotas le bajaban por cada uno de sus rizos y terminaban en sus labios, como ya dije, perfectamente dibujados.
-Tienes el pelo muy mojado- dijo él
-Hombre, teniendo en cuenta que la botella la he abierto yo, es lo más probable- dije con tono irónico- Estará súper mal, siempre lo está cuando se moja.
-Estás preciosa
Me quedé en silencio, no sabía qué decir. Obviamente yo pensaba lo mismo sobre él, tenía los rizos algo aplastados, pero seguían siendo preciosos.
Me quedé en silencio un rato.
-¿Nos vamos?- dije yo.
-Sí, vamos.
Fuimos calle adelante y de una Brad se giró y fue al descampado.
-¿Estás bien?- pregunté
-Sí, se me olvidó el skate
Lo cogió y vino a mi lado. Íbamos en silencio, y de una nos cruzamos con Bea y James.
-¡Olga!-gritó Bea
-¡Hey Bea!
-¡Qué pasa tío!- le dijo James a Brad
-¿Os conocéis?- preguntamos yo y Bea a la vez extrañadas.
-Sí, James es de mi barrio, y bueno, nos conocemos de eso.
-Ay qué casualidad ¿no?- dijo Bea- nosotros dos novios y vosotros...
-¡Bea!- dije yo sobresaltada
-Sólo somos amigos
-Ah bueno bueno- dijo Bea riéndose.
Cogí a Bea y la llevé a un lado.
-¿Puedes dejar de decir si somos novios o?
-Era broma tía, sabes que me gusta picarte
-Sí, es verdad, pero disimula, se va a asustar
-Vale, ya está
Volvimos con James y Brad.
-¿Montamos en skate?- propuso James.
-¡Sí!- dijeron Bea y Brad al unísono.
Yo me quedé callada, Bea sabía montar, yo era la torpe, siempre lo era.
-Hay un problema
-¿Cuál?- preguntó Brad
-No sé montar en skate
-De eso me encargo yo- dijo Brad
Le sonreí y él me hizo un gesto con la cabeza para irnos.
Llegamos a la pista, estaba casi vacía, dos personas estaban al fondo, nadie.
James y Bea se fueron juntos y claro, como yo no tengo ni idea pues me quedé en una lado sentada.
-Ve con ellos anda- le dije a Brad.
-No te voy a dejar aquí sola
-Tranquilo, estaré bien
-Pero me tienes que prometer que luego patinarás conmigo, aunque sea un poquito
-Va, lo intentaré, por ti
-Lo sabía, me amas- dijo con una sonrisa, como que sabía lo que se hacía
-Que no se te suba tampoco mucho eh
-Ves, eso no es un no, es un sí que no quieres reconocer.
-¡Brad! Tío ven- gritó James
-Te esperan señorito Bradley
-Ahora vengo a por ti señorita.
Sonreí tontamente y me puse un casco.
Se notaba que Brad disfrutaba realmente con el skate, era como yo con la música supongo. Estaba feliz, hacía lo que quería, tenía una familia que le quería y era buen chico, sabía cómo tratar cada tema.
A los diez minutos de irse, Brad volvió conmigo.
-¿Ya te has cansado?
-No, no me gusta verte sola
-Nunca lo estaré
Recordé la frase que me había dicho en el descampado, me había marcado realmente, nunca nadie me había dicho algo parecido antes.
Se rió y se sentó a mi lado, él también recordaba ese momento en el descampado.
Al momento se levantó y se puso enfrente mía.
-¿Querría una señorita como usted aprender a montar en skate con un experto como yo?- dijo mientras me ofrecía su mano.
-El ego lo tienes un poco subido señorito, pero acepto igualmente- dije mientras no paraba de sonreírle.
Le agarré la mano y me levantó.
Fuimos al centro de la pista.
-Creo que me voy a caer
-Tranquila, sube
Subí a su skate, no tenía equilibrio, era muy torpe.
-Me voy a caer
-Cógeme la mano
Le cogí de las dos manos, para estar más segura. Lo estaba, con él siempre estaba segura, me hacía sentir eso.
Por un momento me suelta.
-¡Lo estás haciendo Olga!
-BRAD ME VOY A CAER
Brad reacciona corriendo y me agarra por detrás de la cadera. Puse mis manos encima de las suyas y me baje del skate.
Me quedé así durante un momento y él reaccionó y quitó las manos de mi cadera.
Yo estaba de espaldas a él por lo que no veía lo sonrojada que estaba.
Me giré y le miré a los ojos con una sonrisa leve.
-Y qué, ¿te ha gustado la clase de hoy señorita?- dijo rompiendo el hielo.
-Hombre, casi me mato pero gracias a ti no ha pasado, gracias.
-Pues cuando quieras repetimos.
-Me parece bien.
Bea y James vinieron con nosotros y nos fuimos.

nunca estarás solaWhere stories live. Discover now