Félix

90 5 0
                                    

Cuando terminé de trabajar, fui corriendo a casa, y como de costumbre, mi hermano aún no había llegado. Le dejé una nota.

"Salgo a cenar con un amigo, supongo que aún así llegaré antes que tú. Te quiero."

Me duché rápido y me puse la ropa interior. Me sequé el pelo y justo sonó el timbre.

-Mierda, son las nueve. (Pensé)
UN MOMENTO-grité.

-NO PUEDO ESPERAR-gritó, era él.

-Estoy en ropa interior.

-No me importa.

-Pero a mi sí.

-Abre, por favor.

Fuí corriendo y cogí una toalla la cual sugetaba con una mano y abrí.

En cuanto lo hice, Brad se lanzó a mí y me besó cogiéndome de las caderas.

-Tengo que vestirme- dije entrecortada porque no paraba de besarme.

-No me importaría quedarme toda la noche así.-dijo él sonriendo mientras seguía besándome.

-Tengo que hacerlo.- dije finalizando el beso, con otro beso más corto.

Me separé de él y le dije que esperara unos minutos.
Me fui a mi cuarto y me puse mi vestido negro. Él iba guapísimo, aunque para mí siempre lo fuera. Llevaba unos pantalones negros ajustados y una camisa granate oscura con los botones de arriba algo desabrochados.

Llegué al comedor y Brad no paraba de mirarme de arriba abajo.

-Wow.

-¿Qué pasa?- dije riendo.

-Que estás preciosa.

Se levantó y me volvió a besar.

-¿Vamos?- dijo él tendiendo la mano.

-Vamos- dije yo cogiéndola.

Paseamos por el puente y finalmente nos sentamos en el césped.
Él había preparado todo, y cuando digo todo, es todo.
Había cogido una especie de mantel grande de cuadros como en las películas y había preparado dos ensaladas que llevaba en una mochila. También había preparado una especie de tostadas con queso y tomate.

-Y bueno, cuéntame algo sobre tu familia, no sé nada.-dije yo.

-Bueno, mi padre trabaja en una oficina comercial con otros países y mi madre trabaja en una pastelería del centro, es repostera.

-¿En serio? Me encanta la repostería.

-Tendrás que esperar al postre para valorar sus dulces.

-Supongo que merecerá la pena esperar para el postre.

-Lo hará. Ah si, y tengo una hermana, se llama Nat, y es mayor que yo.

-Me encantaría conocerla.

-Bueno, ¿y tú?, verdaderamente no sé lo que pasó.

-Pues, mi padre nos abandonó cuando tan sólo era un bebé, y mi madre murió hace unos años. Vivo con mi hermano mayor, que nunca está en casa, siempre trabajando. Y luego tengo a Ferrán, es como el padre que nunca tuve, sabe cuidarme como a una hija.

-De verdad que siento mucho todo.

-No tienes que sentir nada. Antes me encontraba sola, nunca veía a mi hermano, solo tenía a Bea, estaba verdaderamente sola. Entonces, un día, llegastes tú, con tu sonrisa, tus ojos y tu todo, y sentí algo. Poco a poco no fuimos conociendo, me hacías sentir eso, que nunca estaría sola. Gracias a ti he conocido a los chicos, y no te puedo estar más agradecida por todo. He aprendido que estar rodeada de gente que te quiere es lo mejor, nunca antes había sentido eso. Gracias Bradley, te quiero.

nunca estarás solaWhere stories live. Discover now