perdón

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A la mañana siguiente, miré el móvil para ver la hora, eran las diez, demasiado pronto para mí.
Desbloqueé el móvil y tenía cinco llamadas perdidas de Brad, dos de Bea, y una de cada una de los chicos. Abrí whatsapp y tres cuartos de lo mismo, menos de Brad, de él sólo llamadas.
De una, sonó el timbre.
Miré por el ojo de la puerta pero las cortinas no me permitían ver, aún así, supuse que sería Brad.
-No tengo ganas de hablar.
-Pero tienes que hacerlo.- reconocí la voz, y no era la de Brad. Era la de Tristan.
Abrí lentamente y fijé la mirada en el suelo.
-¿Puedo pasar?- preguntó Tristan serio.
-Claro.
Le indiqué que fuera al salón mientras yo cerraba la puerta.
Nos sentamos en el sofá, y antes de decir nada, empecé a llorar y abracé muy fuerte a Tristan.
Él me devolvió el abrazo todavía más fuerte.
-Lo he perdido.- dije entre sollozos mientras seguía abrazándole.
-Tranquila.- dijo mientras yo me apartaba de sus brazos y me secaba algo la cara.
-No me quiere Tris.
-Sí que lo hace, creéme, te quiere más que a nadie. Ayer, cuando te fuiste, estaba destrozado. En todo este tiempo que llevo con él, nunca lo he visto así Olga, estaba llorando.
-Espera, pero ¿y Clare?- dije yo aún llorando.
-Clare forma parte de su pasado.
-¿Y ayer qué?
-Ayer simplemente fue a saludarla, y ¿sabes qué le dijo?
-No.- contesté.
-Pues ayer él me lo contó, y me dijo que lo que le había dicho es que ahora había encontrado a una chica a la que quería realmente y lo trataba como ella nunca hubiera sido capaz de hacerlo, y que si alguna vez se cruzaban, ya que ella va a pasar aquí bastante tiempo, que le ignorara, que se comportaran como desconocidos, que no quería saber de ella.
-¿En serio eso es lo que dijo?
-Sí, está enamorado de ti y no quiere perderte por nada.
-Gracias Tris, gracias por todo, te quiero.- dije volviendo a abrazarle.
-Yo también te quiero, y ahora, habla con él.
-Lo haré.

En cuanto Tris se marchó, volví a recibir una llamada de Brad. Estaba indecisa, no sabía que hacer, pero decidí cogerlo.
-Olga... ¿Podemos vernos?- dijo el con voz triste.
-Claro.
-Voy a tu casa en cinco minutos.

Después de esto, colgué y me quedé tumbada en la cama.

Pasaron exactamente seis minutos cuando el timbre de mi casa sonó. Estaba segura de que era él.
Abrí la puerta y ahí estaba, cabizbajo.
Me lancé a él y le abracé.
-Perdóname.- dije mientras las lágrimas descendían por mi mejilla.
-Perdóname tú a mí.- dijo él respondiéndome al abrazo.
-He sido una estúpida.
-No, no digas eso.
-Pensaba que al verla a ella ibas volver a sentir algo, y tenía miedo de perderte.
-Hey- dijo cogiéndome la cara con las manos y secándome las lágrimas con cada uno de sus dedos.- Ella forma parte de mi pasado, un pasado del que no quiero acordarme y olvidarme por completo. Tú eres lo único que me importa ahora, ¿me oyes?
-Te quiero.
Tras decir esto me besó suavemente, mis labios estaban empapados de lágrimas, por lo que los suyos acabaron igual.

nunca estarás solaWhere stories live. Discover now