clare

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Genial, en dos días era mi cumple y sabría que ese día estarían todo el rato felicitándome los chicos y es algo que no me gusta.
Siempre celebraba los cumpleaños junto a mi madre y mi hermano. Recuerdo que me encantaba decorar la tarta con ella y que a mi hermano siempre le gustaba fastidiarme con algunas de sus tonterías.
Ahora no tenía a ninguno de ellos conmigo. A mi hermano lo tenía, pero sólo durante unas horas a la semana.

***

Ha llegado, hoy es mi cumpleaños, y si, cumplo 17. Odio ese número, es como que estoy a un año de ser 'libre', de poder elegir mi propia vida, un año que se hará eterno, básicamente. Pero ahora no importaba, tenía amigos, gente que me quería, tenía a Brad.

Llamé a Bea para estar con ella, pero me dijo que tenía que ayudar a su madre con no sé qué.

Envié un mensaje a Brad, al cuál no contestó.

Avisé a los chicos, pero estaban ocupados.

Vaya, yo pensaba que iba a ser un día agobiante, pero ya veo que no.
Lo prefería así la verdad.

Me quedé en casa y decidí limpiar un poco. Nunca había nadie en casa, pero aún así polvo siempre había.
Me dirigí a la cocina y en la encimera había algo.
Era un pastelito con una vela y un mechero al lado.
Era de mi hermano. Al lado, una nota.

'Muchísimas felicidades, disfruta y pide un deseo. Llegaré para cenar. Te quiero'

Encendí la vela e hice lo que él me pidio.

'Más tiempo entre hermanos'

Nunca lo decía, pero le echaba mucho de menos. Antes siempre estábamos juntos, pero desde que está en ese trabajo, ya nunca lo estábamos. Cuando estaba en casa siempre tenía papeleo y cosas y no pasábamos nada juntos.

Se hacía la hora y tenía que ir a trabajar.
Corrí hacia el bar porque la hora ya había pasado un poco y no quería volver a llegar tarde. En esta que me descuido y me tropiezo con un ladrillo mal puesto en la calle. Me rasgué la rodilla y no paraba de sangrar.
-Vaya, este es claramente mi día.- me dije a mi misma irónicamente.

Llegué como pude al bar, pero para mi sorpresa estaba todo oscuro, y las verjas bajadas.

Abrí yo las verjas y la puerta principal. Fui a encender la luz y me di con una caja en el pie.
-MIERDA- grité.
Oí una pequeña risilla y me extrañé.
-¿Hola?
Encendí las luces, y allí estaban, estaban todos, gritando sorpresa, con gorros ridículos a la vez que adorables y sonrientes, algunos con matasuegras en sus labios.
Supongo que la cara que tenía yo era como de muy empanada, perpleja ante aquella situación.
Había una gran pancarta en la que ponía 'FELICES 17' y todo estaba lleno de globos y confeti.
-Sois los mejores.
Vinieron todos y me abrazaron a la vez. Ferrán también estaba allí y me felicitó dándome un beso en la frente.
Bea vino corriendo y me abrazó. Cuando se separó de mi me colocó sobre la cabeza una corona rosa muy pomposa.
Brad se acercó a mí con una sonrisa muy sexy.
-Felicidades mi...-dijo mirando la corona- princesa.
Le sonreí y me besó.

-¿Estas bien?- preguntó Connor al ver mi herida en la rodilla.
-Sí tranquilo, me he tropezado antes, no es nada.

Estuvimos toda la tarde en la cafetería. Brad como siempre bebiendo cocacola, y yo hacía lo mismo.

De repente, pasó una chica delante del bar con una maleta. Era raro porque no solía pasar mucha gente por esta calle y menos con maletas. Era de mi estatura más o menos, tenía el pelo por los hombros o algo más y era bastante guapa. Lo que yo no sabía era los problemas que esta chica me iba a causar.
-Mierda.- dijo James.
-¿Qué pasa?- preguntó Bea.
-Es Clare.- contestó Connor.
-Y, ¿quién es?- dije yo.
En cuanto dije esto, vi como Brad no dejaba de mirarla, y esta continuaba avanzando en calle. De una, Brad dejó la cocacola y salió medio corriendo tras ella.
-¡BRAD!-grité.
Él no hizo ni caso y fue detrás de ella.
-Me pierdo.- dijo Bea.
-Es su ex.- dijo Tristan.

Las lágrimas caían suavemente por mi mejilla y James se dio cuenta de ello.
-¿Estás bien?- preguntó.
-Tengo que irme.- dije yo mientras salía corriendo del bar.

Él estaba ahí, enfrente mía, me miró y se dio cuenta. Puso una cara entristecida y corrió detrás mía.
Me alcanzó y me cogió de la muñeca, lo que provocó que parara en seco.
No, no me giré.
-Olga...
-No, déjame.

Tras esto, comencé a caminar rápido y finalmente, volví a correr.

Llegué a casa, me miré en el espejo y me pregunté si él me había querido alguna vez. Claro que lo había hecho, pero en ese momento me sentía engañada. El hecho de que ignorara mis palabras al verla me hicieron pensar. Me hicieron pensar que quizás a él no le importara tanto, que ella le seguía importando más. ¿Y si seguía enamorado de ella?

Me dolió mucho todo lo que había pasado. A parte de que era mi cumpleaños y lo odiaba, ellos eran mi única compañía, y Brad me había defraudado.

Sentía que a la persona que más quiero no sentía lo mismo por mi. Que todo lo anterior era una farsa.

Me eché en la cama y decidí no pensar en eso. Pensaría que todo había sido como un día más, ninguna novedad en mi vida. Así me quedé dormida.

nunca estarás solaWhere stories live. Discover now