T/n x Yandere One-shots Male Reader 4, Ahora Es Personal

Cavernícola Yandere

Antes de que empiecen a decir algo, hoy no habrá doble capitulo ya que eso lo estaré dejando para la historia de las quintillizas, por ahora ire publicando de la manera que no se me compliqué la vida, ahora sin más que decir...¡Empecemos!

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Hace 120.00 años, la humanidad apenas empezaba a dar un paso en la evolución, los neandertales se quedaban atras y una nueva especie estaba destinada al gobierno del mundo, los homo sapien.

A pesar de ser una raza con apenas registro había uno que se destacaba de todos, no por el hecho de ser fuerte o veloz, si no su habilidad unica para poner formular una oración coherente.

Lentamente saliste de tu cueva. -Hambre.... -Apenas habías despertado de tu sueño y caminaste hacía un lago lavando tu cara y después entraste dentro para tomar un baño.

Pero enfrente de ti había una mujer que lentamente apareció enfrente de ti, era una neandertal, a pesar de que tú podías hablar, la mayoría de tu especie no lo hacía, eso hizo que tu pudieras descartar.

La mujer se acerco a ti con miedo. -Uuuu... Uuuuh.... -Decia la mujer.

-No matar.... Cueva hogar..... Malo daño... Confiar.... -Dices estirando la mano hacía la mujery esta se mete dentro del lago y toma tu mano.

-Uhhh... Bello.... -Dijo con dificultad la mujer para después empezar a olerte y a inspecciónarte por medio de su olor y vários toques. -Hombre tu ser... Hombre yo querer... -Dijo aún con dificultad.

Confundido ya que podías hablar pero no entender sus palabras te alejaste de la mujer pero entre mas te alejabas mas la mujer se acercaba con curiosidad, entonces te detuviste y dejaste que la mujer te tocará.

Al principio eran toques curiosos, tocaba tu torso y después empezó con tu cara y pelo, veías en ella la fascinación en su cara, era casi como la de un niño comiendo dulces.

- Hermoso..... Hermoso.... Hermoso..... -Dijo la mujer mientras seguía tocando tu cara.

Te apartáste levemente ante su fascinación, aunque sus palabras eran torpes, había algo en su curiosidad que te resultaba entrañable.

-Sí... hermoso... -dijiste, señalándote a ti mismo y luego a ella, intentando decir que ambos lo eran.

La mujer sonrió tímidamente, entendiendo un poco lo que intentabas decir y se sentó junto a ti en la orilla del lago, sus ojos grandes y oscuros te observaban con atención, lentamente, comenzó a hablar de nuevo.

-Yo... nombre... Gura.

-Gura... -repetiste, asintiendo y señalaste tu pecho. -T/n.

-T/n... -dijo ella, saboreando el sonido de tu nombre en sus labios.

Pasaron varios minutos en silencio, ambos disfrutando de la calma del lago y la compañía del otro y después de ese silencio Gura volvió a hablar.

-Comer... juntos... -dijo Gura, levantándose y señalando hacia los árboles, entendiste que quería buscar comida, así que la seguiste.

Ambos encontraron algunas frutas y raíces comestibles, y se sentaron bajo un gran árbol para comer, Gura te observaba con interés mientras masticaba una raíz, y tú le sonreíste, agradecido por su compañía.

La fascinación en los ojos de Gura se transformó en algo más intenso, algo más oscuro, mientras masticaba la raíz, sus ojos no se apartaban de ti, brillando con una adoración enfermiza.