Dazha Zarém Krasny
Decidido a saborear el dulce gusto de la celebración, mi padre el Zethee ordena que no se le haga saber ningún tipo de noticia que pueda amargar la noche, pues ya atenderá los problemas mañana. En un brindis íntimo en honor a los nombramientos, Perybandell tiene el control sobre los dispositivos de sonido, propagando ondas a través de ellos para que disfrutemos de una selección de canciones elegidas por Gabriel, haciendo que casi todos en mi familia bailen melodías zansvrikas interpretadas con instrumentos musicales electrónicos.
Aevë Kishá, es la única que no está aquí. El resto de mis primos juegan entre ellos luego de que Arcángel estrujara el pastel para recoger toda la crema y con ella embadurnar las caras de Alessio y Maria Gabrielle.
Adoro ver a mis padres seduciéndose mutuamente. El deseo por el otro queda expuesto en sus miradas, en su lenguaje corporal, e incluso en la reacción natural de sus pieles cuando se rozan. Es la sed febril que él siente por ella, la fascinación en todos los aspectos que ella siente por él, y la sintonía de espíritu entre los dos. Cuando bailan juntos sus caricias y movimientos podrían parecer obscenos, aunque a mí me resulta deslumbrante. Siempre aspire vivir una relación así, pero entre otras cosas una parte de mí dejó de esperarlo al saber que se trata de un fenómeno poco común.
Mi madre desvía su mirada en mi dirección, nota que los observo. Le susurra al Zethee al oído y él también voltea hacia mí mientras se ríe. Acto seguido sujeta a su esposa de la mano, conduciéndola al centro de la sala.
—¡Vamos a las infraestructuras lúdicas! —invita a todos —Un recorrido guiado por la mente creativa que las ha hecho posibles.
—¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! —grita Alessio, brincando sobre su sitio.
Alyssa, que salta en seguida hacia él, intenta calmarlo poniendo sus manos sobre sus hombros y siseándole palabras tranquilizantes. El niño le da unas palmadas suaves en la cabeza, sonriendo de forma maliciosa.
—Krlaj— insiste mi padre.
—A su servicio —responde Leohark —Propongo subir al hrica.
En viejas épocas de Montemagno, cuando el refugio todavía se mantenía bajo tierra, estuvieron en funcionamiento vagones que agilizaban el transporte de insumos para compensar la desventaja operacional humana. La recuperación de espacios a manos de mis hermanos y mía propia ha hecho que las ruinas reciban el cuidado que merecen, y ha procurado el rescate de tesoros tales como los hallazgos artísticos que ahora conserva Lezanger, y estos vagones restaurados por Anleid, cuyos rieles reubicados ofrecerán transporte turístico por las nuevas instalaciones del festival.
Entre el jolgorio de quiénes se entusiasman por la idea me movilizo yo también. No es que no me interese, sino que ya conozco a la perfección todas las secciones donde se celebrarán los juegos y es justo darle a los demás la oportunidad de descubrirlas, misma razón por la que me hago a un lado cuando intentan obtener un puesto en el vagón. Al disponer de solo uno cercano, no cabemos todos, pero logran acomodarse mis padres, Alejandro, mi tío, Arcángel, y Alessio. Este último nos muestra la lengua al resto mientras se lleva los pulgares a cada mejilla, moviendo las manos de un lado al otro con muecas de burla por no poder abordar, además de señalarlos con carcajadas cuando el vagón se mueve por fin.
—¿Qué hacemos mientras esperamos turno? —indaga Gabriel —Sé preparar un cóctel apto para ustedes, Alyssa ya lo ha probado —ríe dedicándole un gesto con su mentón.
Le sonrío de vuelta.
—Disfruten ustedes —aliento amablemente —Yo ya necesito descansar.
Hago caso omiso de las bromas del Kralnar acerca de mi aparente poca resistencia humana en comparación con la de Alyssa. Con un guiño le concedo razón pese a que no la tenga porque me alegra tener con que justificar mi retiro.
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Herencia Roja | Libro 13
VampireContinuación cronológica de Reverdecer Vampírico - Saga Crónicas Zansvrikas ♥ Sinopsis: La dinastía León se fortalece. Un nuevo comienzo emerge de las ruinas, soplan vientos buenos de transformación. Sombras del pasado regresan como peligrosas amena...