-Un inversor de las campañas políticas, eso fue lo que ella dijo – espetó Aline a la llamada que había empezado con Sophie en cuanto regresó a su hotel – Parece una estupidez, pero Jonathan no lo haría.
-Sé que es una pendejada la que diré, pero intenta calmarte – tarareó con una suave voz – Puede que sea cierto o no, ya lo dijiste, pero dudo mucho que Jonathan se involucre para que te tengan en un estatus, aunque creo que deberías aclararle que preferirías que no los relacionaran en ese aspecto, sobre todo con las elecciones próximas.
-Él patrocinará a unos partidos.
-¿Patrocinará? O ¿Comprará?
-Semántica... - dijo la poliglota con ironía – Sólo no quiero pensar en que cambie lo que ambos hemos formado sólo por estar juntos.
-Ese era uno de los tantos temores de Aurora, y hablando de eso ¿Ya hablaste con ella?
-No tengo intenciones de atender ninguna de sus llamadas... - la línea se quedó en un silencio y del otro lado se pudo escuchar un suspiro – No estoy segura de aceptar lo que me piden.
-Lo siento tanto Aline, en serio, no te lo mereces, Velvet te debe el culo por tantos años y millones de euros, pero ¿Ya se lo dijiste a Jonathan? Creo que no lo tomará nada bien.
-No, y por eso se lo diré en Oxford.
Sophie hizo un pequeño chillido de emoción y rio – Estoy encantada de poder ir al desayuno, gracias por pedirle que me llevara mi esposo.
-No agradezcas nada, nos vemos el sábado.
La llamada terminó y Aline se sentía aún más desconcertada que cuando había llegado a Marsella, no podía dejar de pensar en la subasta de MacMillan y en cómo lo tomaría su hombre, pero la verdad, es que tampoco se sentía lo suficientemente bien para simplemente dejar Velvet, había forjado una sorprendente reputación en aquel sitio, su posición era admirable y envidiable, tenía anhelos, ambiciones y clientes que demostraban un innegable esfuerzo que había hecho por años, pero a su vez, no pasaba por su mente aceptar tener un estatus porque su pareja se lo diera, una de las razones por las que se había permitido sentir algo por aquel temido hombre, era porque ambos podían formar algo "inquebrantable", pero lo que estaban por formar no podía valer lo suficiente si antes ellos no sobrellevaban el poder que tenían en sus manos.
Pero el sobrepensamiento no iba en un solo sentido, Jonathan no se sentía para nada ajeno a la abrumadora situación que lo acogía una vez que su mujer dejó su mansión, pues apenas un día después de haberse separado de ella, mientras se encontraba en su estudio, su celular registró una llamada de un número privado que atendió sin pensar que se trataba de alguien de su pasado...
-¿Quién habla? – respondió con hostilidad.
-J-jonathan, Jonathan – balbuceó una voz femenina al otro lado de la línea – ¿En serio estás con ella?
El semblante del hombre cambió y bufó con molestia – Jed, no me busques más, entre tú y yo nunca volverá a pasar nada.
-¿Esto es por Roper? Jonathan tu sabes lo que siento.
-Y yo te deje en claro que nunca pasaría nada entre nosotros.
-Si estás con ella por joderme lo entiendo – aclaró con un ligero tono desesperado – Pero...
-No, no estoy con ella por joderte a ti ni a nadie – su tono de voz se elevó – Aline es mi mujer porque así lo he querido.
-¿Tu mujer o tu sumisa?
-Jed no te metas más en mi vida... - la mínima paciencia que Jonathan consideraba tener se esfumó – Adoro a mi mujer y no voy a dejar que nadie nos joda, así que te advierto, que te alejes de ambos...
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El Placer De Un Linaje
Fanfiction"Es una sensación interesante la de tener la preciada posesión de otro hombre" Jonathan Pine es uno de los hombres más temidos, brutales y poderosos en las grandes potencias mundiales, toda su vida ha tenido que ser aquel hombre sin escrúpulos, fuer...