Capítulo 13

5.1K 495 123
                                    

Narra Suzuya:

Veo que Saeko cierra los ojos e intento reprimir las lágrimas. ¿Estará muerta? ¿Dormida? ¿Desmayada?...esas preguntas me rondan por la cabeza sin cesar. Las personas que empujan mi camilla entran por una puerta blanca con una ventanilla en la parte superior, mientras que los médicos que llevan a Saeko entran en la sala de al lado. Y cuando intento moverme mi cuerpo no responde.

- ¡Qué me pasa, por qué no me muevo! -grito asustado.
- Tranquilo, te hemos inmovilizado con una inyección.

Ahora ya respiro un poco más relajado aunque no mucho por el no saber que pasa con Saeko. Los que me rodean empiezan a verse extraños y mi cuerpo comienza a sentirse raro. Mis párpados me pesan pero la sensación se desvanece y estoy completamente relajado.

No me acuerdo que está pasando...Miro a mi alrededor.

- Anda personas -digo mirando a unos hombres vestidos de azul.
- ¿Le pasa algo a este chico? -me mira detenidamente -espera que le habéis inyectado.
- Esto -dice el que está a su lado enseñándole una jeringa.
- ¡Idiota! -grita -es como inyectarle droga.
- Droga, bieeen -digo aplaudiendo y con voz infantil.
- Bueno, por lo menos se está quieto.
- Es verdad -dice un tercer hombre.
- No perdamos más tiempo hay que curarle.
- Sí.

Los médicos me cojen como si nada y me tumban en la cama, justo al lado de donde estaba. Y empiezan a tocarme con una especie de paño mojado. (Gasa con agua oxigenada)

- Me hace cosquillas -digo riendo.
- No te muevas -me ordena el hombre.
- Tú no me mandas -digo sacándole la lengua.

Este me sujeta de las muñecas, las pone encima de mi cabeza y los otros me cogen las piernas.

- Pervertidos -digo.
- Venga curarle rápido antes de que se me acabe la paciencia.

Todos empiezan a mojarme unas heridas, que ni sabía que tenía, con esos paños. Ahora no puedo moverme pero no paro de reír.
Cuando terminan empiezan a coserme. Poco a poco pasan los minutos hasta que finalizan.

- Ya está, no se te infectaron las heridas. Tuviste suerte chico.
- Yo soy la suerte hermano -le digo guiñando un ojo y con la mano en forma de pistola apuntándole.
- ¿Cuando pasarán los efectos de la droga? -dice mirando al que está al lado.
- Tardará... puede que uno o dos días
- ¿Tanto? -dijo abriendo mucho la boca.
- Cara-bobo -digo bajito.
- Fue una droga muy fuerte la que le inyectamos.
- Esta bien. Vámonos.

Se fueron por la puerta sin decir ni un triste adiós, dejándome completamente solo.

- Desgraciados, como se atreven a dejar a un chico tan lindo como yo solo. Baaaaakas -digo enfadado mirando la puerta.

© La hija de Shinohara (1ª Temporada Terminada) Juuzou SuzuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora