Capítulo 16

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Hola quería deciros que vuelvo el martes en vez del sábado. Pero bueno, encontré WiFi \(^•^)/

También decir que se está acercando el final T-T Me despido. Bye †-†

Narra Saeko

Me despierto encima de Suzuya, con sus brazos rodeando mi espalda formando un cálido abrazo. Mi mejilla está apoyada en su pecho, se siente muy cómodo. ¡No quiero despertarme! Pero debo.

- Buenos días -susurro levantando mi cara para mirarle.
- Buenos días -dice bostezando.
- Gracias por dormir conmigo.
- Gracias a ti por existir.

Eso hizo que me sonrojara mucho. Hundí mi cara en su pecho para que no me viera así.

- Saeko ¿qué pasa?
- Nada es que...yo también estoy agradecida de que existas.
-dije avergonzada.

Él me levantó la cara toda roja y sonrió.

- Que mona

Siempre me pasa lo mismo con él.

- Eto...-digo.

Me siento en su abdomen y miro a otra parte para intentar calmarme.

- T-tienes que irte ya, si te ven....
- No pasará nada si me ven.
- Suzuya, te has colado en el hospital para dormir conmigo, creo que sí pasará algo.
- Si tú lo dices...me iré entonces.

Se sienta estirando las piernas, quedando yo sentada en su regazo con el lateral de las rodillas tocando su cintura. Él pega más nuestros cuerpos y me coge de las mejillas.

- Que te recuperes bien -dice sonriente.
- Gra-gracias.

Me da un abrazo y sale por la puerta sigilosamente.

- Te quiero -susurro.

Me siento en la cama y miro el paisaje por la ventana, solo se ven edificios y más edificios con una cielo grisáceo poco atractivo. Decido intentar caminar sin ayuda, así que me levanto de la cama. Puedo mantener el equilibrio, buena señal, ahora pongo un pie delante del otro. No me duele la verdad y eso me alegra. Las heridas se curan muy rápido, aunque no tanto como lo de los ghouls, eso sí que es rapidez. Inspecciono con la mirada toda mi habitación y no hay mucho que ver, solo una cama y una mesita al lado.

- ¿Cuál será mi apoyo? -me pregunto frustrada.

Empiezo a caminar lentamente para no caer y lo consigo.

- Bien hecho señorita Shinohara.

Miro hacia la puerta y veo a la enfermera con una sonrisa observando mis movimientos.

- Gracias.
- Es hora de sus ejercicios.

Se asoma hacia afuera para coger una silla de ruedas. Le da palmaditas a la espaldera de la silla indicando que me siente.

- Intenta llegar hasta aquí.
-asiento.

Doy pasos cortos hasta llegar a la silla y sentarme.

- Si sigues así podrás irte más pronto de lo que pensaba.
- ¿De verdad? -pregunté emocionada.
- Sí.

Recorremos una larga trayectoria hasta llegar a la sala. Ahí comienzo a hacer un nuevo ejercicio con una barandilla pegada a la pared. Yo me agarro a ella y camino poco a poco, este ejercicio lo repito varias veces. Justo cuando me doy la vuelta para volver a empezar el ejercicio veo a Suzuya apoyado en la pared mirándome de brazos cruzados, junto a él la puerta se abre y de ahi aparecen mis hermanos, Hinata y Hana junto a mi madre. Me cojo de la barandilla con una mano y con la otra les saludo, ellos me devuelve el saludo. Me hace tan feliz que esté mi familia por fin conmigo. Ellos se habían ido de viaje a Italia, y aunque me haigan rogado mucho, no fui finalmente porque quería estar con Suzuya para que no se quedase solo.

- ¿Les dejan estar aquí? -le pregunto a la enfermera.
- Sí.
- ¿Puedo hablar con ellos un segundo?
- Claro.

Ella me coge de la cintura para no precipitarme a caer. Voy despacio hacia ellos, pero se me adelantan y vienen rápidamente. Mi madre me abraza con lágrimas en los ojos, y después le imitan Hinata y Hana.

- Saeko nos tenías muy preocupados -dice mi madre.
- Lo siento -digo con inocencia.
- Me alegro de que estés bien
-dice Hana
- Y yo -digo.
- Cuando supimos que te habían llevado al hospital y estabas grave cogimos el primer vuelo a Japón. -dice Hinata.
- Y al llegar, Juuzou nos llamó para que fueramos a visitarte. Y aquí estamos. -dice Hana.
- Me alegro que estéis todos aquí por mí. -digo con una amplia sonrisa.
- Señorita, tenemos que seguir con los ejercicios -dice la enfermera.
- Sí ya voy. Gracias por preocuparos.

Se apartan todos a la vez y me sonríen. Veo que Suzuya se quedó donde estaba, apoyado en la pared, pero esta vez me mira con media sonrisa dibujada en el rostro. Doy media vuelta y sigo con los ejercicios.

© La hija de Shinohara (1ª Temporada Terminada) Juuzou SuzuyaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora