© La hija de Shinohara (1ª Temporada Terminada) Juuzou Suzuya

Capítulo 18

Como disculpa por haber tardado tanto en subir este capítulo he hecho que Suzuya sea más...bueno...cariñoso.

Suzuya me mira atento como si esperara que dijese algo, pero antes de pronunciar palabra él empieza a hablar.

- ¿Quieres dar un paseo por el parque? -dice sentándose al borde de la cama.
- Claro. -digo sonriente - Pero espera tengo que hacer una cosa.

Salgo de la cama y el contacto con el frío suelo me estremece. Camino con normalidad pero más despacio de lo que desearía, siento las piernas débiles, sin fuerza, como si nunca hubieran caminado. Me doy cuenta de que el suelo está un poco mojado justo cuando mis pies resbalan. Justo cuando voy a estirar los brazos para amortiguar la caída, alguien me abraza por detrás impidiendo que me mueva, siento su aliento en mi nuca y su cuerpo pegado al mío. Hace un giro rápido quedando yo encima de él con mi vista fija en el techo, su cuerpo se golpea contra el suelo y produce un escalofrío en mí.

- ¿Estás bien Saeko? -pregunta preocupado.
- S-sí.

Me levanto y me siento en su abdomen.

- ¿Te has hecho daño o algo? -digo asustada sujetando su cabeza.
- Si me lo hubiera hecho daño igual no lo sentiría. -dice sonriendo.
- Cierto, pero...
- No te preocupes estoy bien.

Sus manos se apoyan en mi cintura y me sonrojo por el simple hecho de notar su calor. Al parecer lo nota y se levanta dejándome sentada en el suelo.

- No quería incomodarte. -dice cabizbajo
- N-no...no me incomoda.

Me pongo de pie y le abrazo.

- T-te quiero.

Se separa de mí y pone sus manos en mis mejillas, sus palmas están calientes.

- Yo también te quiero.

Me da un beso en la frente, en la nariz y se detiene justo cuando nuestros labios rozan. Yo cierro los ojos y noto que sonríe. Los abro de golpe cuando siento su aliento en el cuello. Hace cosquillas pero no me muevo.

- ¿Esto te incomoda? -dice con un tono pícaro.

Que cambio, a pasado de Suzuya tímido a un Suzuya...bueno ya sabéis.

- ¿Q-qué? -pregunto nerviosa.

Mis mejillas empiezan a arder de la vergüenza cuando su lengua pasa por el lateral de mi cuello. De repente alguien toca a la puerta.

- Señorita Shinohara, ¿está ahí?

Suzuya se aparta y camina hacia la puerta con total normalidad.

- Sí está aquí -dice después de abrir la puerta.
- Ah, no sabía que tenía compañía. ¿No habré interrumpido algo?
- Pues... -dice Suzuya.
- ¡No! Nada de nada. -interrumpo moviendo las manos frenéticamente.
- Me alegro.
- Bueno ahora iba a salir así que... -digo nerviosa.
- Está bien, justo ahora venía a limpiar.
- Sí claro, me voy entonces. Adiós
- Adiós.

Camino con prisa hacia la puerta ignorando el puchero que está haciendo el albino. Justo cuando pulso el botón del ascensor alguien me abraza por la espalda, bajo la mirada y veo las costuras rojas características de Suzuya.

- ¿Q-qué te pasa? Estás raro.
- Solo compruebo que no te incomoda lo que haga.
- Podrías haber dado una explicación mejor. -susurro.
- ¿Cómo cuál?
- E-estaba pensando en voz alta.

Se acerca a mi oído.

- Lo hago porque te quiero.

Suzuya me da un beso en la mejilla justo cuando se abren las puertas del ascensor.