Hijos del insomnio.

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Llevamos todo el día en una habitación oscura. Y nadie, absolutamente nadie se ha enterado.

Los demás ven horizontes, ven libertad. Pero yo hace tiempo perdí la ilusión de todo.

Ahora mientras camino a las cuatro de la mañana de vuelta a casa contigo, pienso en que el daño que nos han hecho es irreparable. Lo que siento es imposible de sanar, porque siento el universo dentro de mi, y a la vez siento que soy un dormitorio oscuro y tenebroso a la plena luz del día.

Y no puedo ser sanada.

Estamos perdidos.

Y no sentimos.

Ellos no nos han hecho esto.

Hemos sido nosotros.

Y mírame.

Sabes que no soy suficiente.

Soy imperdonable.

Nuestras lágrimas han acabado con nuestras esperanzas, con la credibilidad.

Nuestras almas han abandonado el sueño.

Y aquí estamos caminando. Somos hijos del insomnio.

Y hablo en plural, porque no estoy sola. Estamos enfermos, y porque cuando otros han faltado, tu no me has abandonado aunque me haces más mal que bien.

Nunca faltas, aunque eres más oscuro que mi alma.

Mierda.

Rizos color miel.Where stories live. Discover now