Rizos color miel.

hipótesis de vida..

"Cada persona, lleva un mundo dentro. Un mundo que gira en el tiempo, en el universo llamado vida. Dentro de cada cual, hay maravillas. Hay ríos de emociones, y características exquisitas. Y Madre, nuestra madre, nos ha dotado con la bendición de cuidar de este, y de ella. Y esa es la única manera de ser feliz."

Con el transcurso del tiempo, las féminas adolescentes se preguntan cómo sus únicas y exclusivas vidas pueden ser tan deprimentes, tan monótonas, tan miserables. El cambio entre ser una niña, y comenzar a ser una mujer, puede ser una de las etapas más difíciles que exista en la vida. No es solo un cambio en el cuerpo, en la apariencia; un simple cambio hormonal. ¡No! Es un cambio drástico, en el que un día te levantas, y tu mundo ha cambiado. Y no sabes quien eres, lo que eres, y el porque lo eres. Eres toda una nueva persona. No conoces tus emociones, no conoces como controlar las ganas de llorar, o el incandescente deseo de cambiar tu apariencia, porque no pareces ser suficiente. Y no sabes porque lloras cada noche, o porque de la nada eres tan sentimental. No sabes porque se alejan las personas a las que llamabas amigos, no sabes porque de la nada tus padres dejan de mirarte como una hija, y comienzan a tratarte como una máquina la cual debe funcionar a la perfección. No puedes controlar las ganas de salir, de huir, de desaparecer. Y no sabes quien eres. Pero la realidad es que dentro de ese catastrófico desastre, se esconde un mundo, una gema, que necesita salir a la luz.

Según mis creencias, cada una de nosotras somos responsables de nuestras experiencias, aunque pensemos que lo que nos pasa es todo a causa del destino. Cada cual sufre de algún odio hacia si mismo, no lo neguemos, y que todos en algún momento pensamos en la frase de : "yo no soy suficiente.". Pero esa frase, es solo un pensamiento, y los pensamientos, pueden cambiar. El resentimiento, la crítica, y la culpa son los pensamientos que pueden arruinarnos que pueden terminar con nuestra vida, y con los deseos de seguir; pero debemos dejarlos ir y comenzar a perdonar. Debemos estar dispuestos a aceptarnos a nosotros mismos, a comenzar a amarnos. Porque cuando nos amamos, nuestra vida es cuando realmente comienza.